Guillermo Montenegro estiró hasta último momento la definición sobre su candidatura a intendente para ir en busca de la reelección. La gran mayoría daba por descontado que competiría, pero él se ocupaba de dejar abierta la incógnita. Esa incertidumbre ya no existe: desde el día que asumió su segundo mandato todos saben no habrá un tercero. Y esa certeza desató una carrera silenciosa por la sucesión.
Hay un dato que llamó la atención a más de un dirigente de Juntos por el Cambio (o lo que queda de ese espacio): fue el propio intendente el que horas después de dar comienzo a su segundo mandato alentó a varios de los que aspiran a sucederlo.
«A todos les dijimos lo mismo. Salgan a la cancha. El que mejor llegue, será«, resumieron varios hombres de confianza del intendente. El mensaje fue para propios y no tan propios, del PRO, la UCR y la Coalición Cívica. Algunos lo tomaron con cierto asombro. «Sorprende que apenas arranque el mandato ya empecemos a hablar de la sucesión», resumió un dirigente radical.
Balance del fin de semana: el municipio atendió complicaciones por el temporal y diversas infracciones - Entre el jueves y el lunes inclusive, el Cuerpo de Patrulla Municipal (CPM), Tránsito, Prefectura,… Ver nota >
Murió el artista y ex concejal Diego García Conde - Diego García Conde, artista, exconcejal y creador del complejo "La Casualidad", murió en las últimas… Ver nota >Montenegro anticipó a sus dirigentes de máxima confianza que en este mandato buscaría tener un mayor protagonismo provincial y nacional. Ese anticipo lo ratificó la última semana, cuando logró un lugar en la mesa ejecutiva del PRO a nivel nacional.
Los nombres en danza
Algunos más entusiasmados que otros, pero fueron varios los que se anotaron en la temprana carrera que impulsó Guillermo Montenegro. Dentro del PRO hay dos nombres que sobresalen. Uno es el del secretario de Desarrollo Local, Inversiones e Integración Público Privada Fernando Muro.
Luego de encabezar la lista de las elecciones de medio término, en 2023 vio frustrado su desembarco en la Legislatura bonaerense tras acompañar en las Paso a la lista perdedora que encabezaban Horacio Rodríguez Larreta y Diego Santilli.
De todos modos, abandonó el cuerpo legislativo local de manera anticipada y volvió al Ejecutivo para este segundo mandato. El cargo le permitió en pandemia tejer estrechos vínculos con varios sectores del empresariado local. En estos meses elevó el perfil, especialmente en las redes sociales. Allí comparte inauguraciones de locales comerciales, reuniones con empresarios.
En las últimas horas, sin embargo, le tocó una tarea poco grata: defender los números que volvieron a ubicar a Mar del Plata como la ciudad con mayor desocupación del país.
El otro nombre del partido que hoy lidera Mauricio Macri ensayó en los últimos días lo que significa ser intendente. Agustín Neme reemplazó a Montenegro esta semana durante las vacaciones del jefe comunal. Habitualmente, el reemplazo no tiene demasiado para contar. Sin embargo, el jefe del bloque Vamos Juntos decidió ir en su rol de intendente interino a charlar con vecinos de Luro y Olazábal que protestaban por seguridad.
La jugada fue arriesgada. Dar la cara ante los vecinos en medio de un reclamo puede ser visto de manera favorable. Pero hay un límite finito entre dar la cara ante un problema y no resolver nunca ese problema.
Neme es la principal espada legislativa del intendente y, hoy, el primero en la línea sucesoria. Pero más allá de haberse ganado la confianza de Montenegro su jefe político es Emiliano Giri, presidente del PRO en Mar del Plata. «A Emiliano lo consideramos propio», aclaran desde el entorno de Montenegro.
El radicalismo es el principal accionista de la Mar del Plata de Montenegro. Aprovechó la fortaleza del intendente como candidato para sumarle una estructura importante que el centenario partido tiene en la ciudad para tener mucha preponderancia en un gobierno de otro color. Sin embargo, ese pacto funcionó con Montenegro a la cabeza.
En 2027 el actual intendente no estará al frente de la lista y los radicales no parecen dispuestos a apoyar a otro candidato del PRO. Impulsarán a su propio candidato. ¿Quién? No hay duda de que el senador Maxi Abad es el principal referente del espacio, pero hoy parece más enfocado en construir en la superestructura radical que en ser candidato a intendente en el pago chico. Falta mucho, es cierto. Pero mientras el tiempo avance el partido debe pensar en alternativas.
En ese contexto, surgen dos nombres: Ariel Martínez Bordaisco y Marina Sánchez Herrero. El primero es un dirigente de estrecha confianza de Abad que viene cumpliendo con el recorrido legislativo: fue concejal (presidente del Concejo, incluido) y ahora es senador provincial. En 2025 termina su mandato en la cámara alta provincial y volver al cuerpo legislativo local podría ser un paso previo para competir por la intendencia dos años después.
La actual presidenta del Concejo Deliberante llega con un recorrido mayor en el ámbito universitario y judicial. Integró el Consejo de la Magistratura antes de integrar la lista de concejales de Montenegro en 2021. Más allá de su recorrido propio no puede obviarse el dato familiar: es la esposa de Abad. Su nombre suena, cada tanto, para ocupar un alto cargo en el Poder Judicial. De hecho se la mencionó el año anterior como candidata a ocupar un lugar en la Suprema Corte de Justicia de la Provincia.
La Coalición Cívica está mucho más relegada en la discusión de aspirantes a la intendencia. Sin embargo, cuando desde el montenegrismo afirman que dejan correr «a todos» cuentan allí al presidente del Ente Municipal de Turismo y Cultura, Bernardo Martín.
La temporada de verano es una etapa que le permite elevar el perfil al actual funcionario. Más allá del desplome del consumo, el número de visitantes en Mar del Plata le permitió a Martin (y a todo el municipio) hablar de una temporada exitosa en la ciudad. Hicieron especial hincapié en la cantidad de jóvenes que llegaron a Mar del Plata atraídos por fiestas electrónicas y recitales masivos.
Eso se combinó con la celebración de los 150 años de Mar del Plata. Todo el combo le permitió a Martin superar una temporada de verano con satisfacción. Y en varios ámbitos ya repitió que no le desagradaría llegar al sillón de la Intendencia.
Hay nombres, ¿hay coalición?
Ahora bien, toda esta danza de nombres se da en un contexto: el Juntos por el Cambio que se conoció hasta las elecciones del 2023. ¿Sigue siendo el mismo? No. ¿Será el mismo en las próximas elecciones? No.
Hoy el espacio creado por Mauricio Macri, Ernesto Sanz y Elisia Carrió está cerca del estallido. Buena parte del PRO, con Macri a la cabeza, está más interesado en construir algo nuevo con La Libertad Avanza que sostener a sus viejos socios, con los cuales llegó a la presidencia de la Nación.
En el radicalismo y la Coalición Cívica las aguas están divididas. Hay algunos dirigentes que quieren unirse al gobierno nacional y otros que están espantados por los primeros 100 días de gobierno.
Como sea, hoy esos armados orbitan alrededor del partido que creó Javier Milei hace pocos años. Y parece imposible que eso no impacte en los armados electorales que se vienen. Mar del Plata, cabeza de la Quinta Sección y un distrito clave en la provincia, será un punto clave para los libertarios que buscarán aumentar su representación. Actualmente, el espacio que lidera Alejandro Carrancio tiene dos concejales, a Carrancio en la Legislatura provincial y a Juliana Santillán en la Cámara de Diputados de la Nación.
De todos modos, prever lo que pasará dentro de tres años y medio en la Argentina es ciencia ficción. Y esperar sentado tampoco es una opción. Con las cartas que hay sobre la mesa, en el oficialismo marplatense ya comenzaron a trabajar por la sucesión.
