Desde hace unos meses, cada vez son más los sectores productivos, comerciales e industriales que reconocen dificultades para su sostenimiento. Y, en la misma línea, ante la suba constante de los costos de vida, no hay gremio ni trabajador que no exija paritarias, aumentos salariales o mantenimiento de las fuentes laborales. Una tensión autoinfligida por el Gobierno, a instancias del destrozo acelerado de derechos esenciales y de la falta de condiciones mínimas de estabilidad para la vida.
Para saber cómo todo esto se expresa en los papeles, Mi8 se comunicó con el coordinador regional de la zona VIII del Ministerio de Trabajo de la Provincia, Raúl Calamante. A decir del funcionario, “el contexto es complejo y si bien no hay todavía ni despidos ni retiros en cantidad, sí los hay por goteo”.
“Lo que uno observa es que muchas de las empresas están esperando ver cómo sigue todo después de la temporada y ante los aumentos de las tarifas para tomar decisiones. En otras localidades de la región sí vemos más cantidad de retiros. Pero no todavía en Mar del Plata. Las tarifas y el nivel de consumo van a ser determinantes. No sería ilógico pensar que va a repercutir en la cantidad de puestos de trabajo”, disparó el delegado, que descartó que hasta el momento hayan recibido preventivos de crisis. “Así todo, uno presiente que va a venir algo de todo eso en breve. El goteo de despidos y de retiros ya se siente. Hay muchos pequeños comercios que van cerrando sus puertas”, advirtió Calamante.
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Cuando hay crisis, la registración -que garantiza estabilidad, derechos y aportes a los y las trabajadoras- se convierte en un horizonte más alejado. Lo urgente, en las condiciones que sea, es sostener un puesto de trabajo.
En esa línea, Calamante reconoció que el Ministerio “venía trabajando muchísimo en ese sentido, de hecho se hicieron varios operativos en gastronomía, comercios, panaderías, pastelerías, en el puerto. Veníamos avanzando fuerte hacía años para combatir la informalidad, pero el escenario actual empezó a complicarlo”.
“Es que cuando se avanza en la registración, hay una cuestión vinculada a la decisión de mejorar las condiciones de trabajo de la persona. Pero cuando tenes situaciones económicas como las que se viven actualmente, en general se prefiere sostener el puesto de trabajo como sea y la registración se complica. Las formas de trabajo no registrado tienden a mantenerse”, deslizó el coordinador.
Para Calamante, la situación -que lamenta y reprocha- “demuestra que es mentira la necesidad de una reforma laboral”. “No es que los puestos de trabajo no se crean porque las normas son rígidas. No se crean ni se registran trabajadores por la situación económica y, en algunos casos también, por la intención de algunos sectores empresariales de tomar el tema de la flexibilidad como una bandera”, señaló y dijo que “lo de la industria del juicio es una gran mentira”.
“Si el juicio, que no se hace por nada, sale a favor, el trabajador cobra menos de lo que le corresponde y tiene que esperar mucho tiempo. En esas situaciones, los trabajadores terminan perdiendo siempre”, argumentó y aseveró que los años que más se avanzó en la registración y creación de nuevos puestos de trabajo genuino “es cuando hubo crecimiento económico y derechos”. “No hay crecimiento con flexibilización”, remató Calamante.
