Pablo Daniel Sosa Motti, de 29 años, recibió un disparo mortal en el pecho cerca de la medianoche. En el lugar donde hallaron el cadáver no hubo testigos, nadie escuchó nada y tampoco hay cámaras que permitan saber quién o quiénes le dispararon.
El fiscal a cargo de la causa por homicidio Carlos Russo recibió este lunes por la tarde el resultado preliminar de la autopsia realizada al cadáver del hombre que fue encontrado en una zanja en el barrio Don Emilio.
El cuerpo fue encontrado cerca de las 9.30, en Canesa entre Vértiz y Azopardo. Los investigadores advirtieron que el hombre tenía dos disparos de arma de fuego visibles. Uno en el pecho y otro en el tobillo. La operación de autopsia reveló que el balazo que ingresó en el pecho, al lado de la tetilla izquierda, fue el que mató a Sosa Motti. Le impactó en el corazón y dañó otros órganos, estableció el informe médico.
La víctima no tenía ningún tipo de identificación, pero a partir de las huellas dactilares se logró rápidamente identificarlo.
La tarea del fiscal ahora apunta a establecer el móvil del asesinato. “No tenemos por el momento ningún testigo presencial, ningún vecino escuchó discusiones, peleas o disparos de arma de fuego”, indicaron fuentes de la investigación.
A su vez, las mismas fuentes remarcaron que en la cuadra donde fue hallado el cuerpo no hay cámaras del Centro de Operaciones y Monitoreo. “Ahora vamos a empezar a analizar todas las cámaras que hay alrededor para tratar de encontrar indicios de quién o quiénes fueron los autores del ataque”, señalaron.
El fiscal también recabará en las próximas horas el testimonio de familiares o allegados de la víctima para buscar elementos que permitan dilucidar el motivo por el cual fue asesinado.