domingo 28 de abril de 2024
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Quinielas: pese a la crisis, se sostiene la cantidad de apostadores y la tendencia es jugar a 3 cifras

Empleados de agencias del centro de la ciudad coinciden en que el número de apostadores es el mismo, pero que existe un aumento en los montos de los juegos y la aparición de "jugadores esporádicos".

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Por Santiago Greco

En un contexto económico complicado, surge la duda de si la gente sigue «apostándole a la suerte». Y en ese caso, si siguen jugando lo mismo de siempre o arriesgan unos pesos más con tal de ganar un premio mayor. Para conocer la dinámica del juego oficial en tiempo de inflación y devaluación, Mi8 salió de recorrida y dialogó con distintas agencias del centro de la ciudad.

Muchos coinciden en que los usuales jugadores de lotería han aumentado el monto de sus apuestas debido a la inflación ya que, al mantenerse los mismos premios desde hace años, la paga no es tan significativa. Los clientes suelen mantenerse a través del tiempo, aunque algunos mencionaron que también han aparecido apostadores ocasionales, quienes prueban su suerte de vez en cuando.

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«En general, la gente aumentó la apuesta, porque sino sigue ganando lo mismo que antes. Siempre se prueba, es una búsqueda constante del premio. No es que las personas vienen más porque, por ejemplo, se disparó el dólar. Puede ser que depende el contexto estén todos más tranquilos, pero el apostador se acomoda a la situación y siempre juega», explicó Yohina, empleada de una agencia ubicada en Luro e Independencia.

Juan, empleado de un local en Salta y Rivadavia, sostuvo que «la gente apuesta más cuando tiene más plata» y que la situación ahora está «normal». Sin embargo, advirtió que ha habido una variación en el modo de jugar. «Hay gente que se inclinó por las apuestas a tres o cuatro cifras«, agregó.

Para el que no es conocedor de las reglas de la quiniela, la situación planteada por Juan encuentra su lógica en el contexto inflacionario que atraviesa el país. En una apuesta a dos cifras, el monto arriesgado se multiplica por 70. En el boleto de tres cifras, se paga 600 veces lo apostado. Por último, si se juega a cuatro cifras, el premio es lo apostado multiplicado por 3.500. Es por esta razón que ahora, según Juan, ciertas personas optan por jugar a tres o cuatro cifras. «Mucha gente dejó de probar a dos cifras, porque con $700 que ganás poniendo $10 no comprás nada», aseguró.

«La gente dejó de jugar mucho a dos cifras, ahora lo hacen a tres o a cuatro», dijo Juan, empleado de una agencia de quiniela.

Mateo, que trabaja en una agencia de quiniela sobre la Avenida Independencia, dice que hay varios tipos de apostadores, dependiendo de la estabilidad económica de cada uno. En cuanto a si la gente abona un monto extra para sacar un premio mayor y así alivianar la crisis, manifestó: «Por lo general los clientes te dicen ‘algo vamos a sacar’, por la situación que se está viviendo. ‘Hay que sacar esta plata; me ayuda; rezo todas las noches para que salga’, te comentan. En la caja se ve reflejado ese plus», explicó.

También coincidió en que los montos de las apuestas aumentan porque «se expone la inflación en el juego». «Siempre se realiza con previo aviso un ajuste de precios para arriba, pero no cambia el pago. Los clientes son siempre los mismos, pero se sumó mucho el cliente que pasa de casualidad y compra billetes por el tema de la crisis. Si ven que hay mucho premio, prueban», dijo.

A diferencia de Mateo, Patricia, encargada de una agencia ubicada sobre la peatonal San Martín dijo que «es un mito de épocas pasadas» que haya apostadores que sumen un extra en sus apuestas en tiempos difíciles. «Cuando tenés un dinero que sobre para gastar en un café o lo que sea, te vas cuidando, te vas achicando. En la quiniela pasa lo mismo: la gente también se cuida, no es que juegue más en épocas de crisis. Se puede mantener la apuesta porque hay un público estable, pero más allá de eso no se incrementa«, expresó.

Cacho, agente de una quiniela ubicada en Luro e Independencia, agregó la figura de los jugadores esporádicos, o que «no son continuos». Incluso mencionó que hay algunos que prueban suerte en diferentes locales. Sin embargo, el hombre no expuso un panorama tan alentador. «El promedio de lo que se juega es siempre el mismo, porque no hay plata. Hay muchas quinielas y a la gente no le alcanza», señaló.

Además, a esta altura del año, entran en escena los sorteos de fin de año, como el «Gordo de Navidad» y demás. Los encuestados coinciden en que muchos vecinos se acercan para obtener esa recompensa. «Se suele mantener la misma clientela de siempre, pero hay un incentivo cuando hay un pozo vacante importante o ahora que salieron los billetes de Navidad. Hay muchas personas que juegan por tradición, más allá del premio», explicó Patricia. Yohina coincide en este aspecto y dijo que «la gente ya especula con el premio» apenas ponen en la vidriera los billetes de fin de año.

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