Los transportistas escolares de Mar del Plata se enfrentaron al desafío de triplicar sus valores en los últimos meses a raíz de los aumentos en sus costos. A pesar de esto, lograron seguir brindando el servicio a las familias tras el aumento en el boleto de colectivo: trasladarse todos los días para ir y venir de las escuelas cuesta $66.000, mientras que el valor de las combis se ubica entre los $50.000 y los $75.000.
Sin embargo, este sector se enfrenta a una nueva problemática: comenzaron a ver remises truchos que transportan hasta ocho niños y niñas en un mismo auto para llevarlos y traerlos a la escuela, cobrándoles a las familias bajo el título de «transportes escolares privados».
Esta situación preocupa a Cristina Rubio, referente de los transportes escolares de la ciudad, que confirmó a Mi8 que «las personas que se dedican a esto lo han tomado como un emprendimiento«, poniendo en peligro «a estos niños que se suben a los vehículos con total inseguridad y sin ninguna protección por no estar habilitados para realizar esta actividad».
«Tuvimos una reunión en Transporte y les pedimos que se revea esto y se les apliquen las mismas infracciones y mecanismos o multas que nos aplican a nosotros que pagamos seguros y todo lo que nos pide la Municipalidad para estar habilitados, que no es solo un color naranja y blanco«, aseguró.
En tanto, Rubio expuso otra problemática que compromete sus niveles de trabajo en medio de una crisis que golpea tanto a las familias de los estudiantes como a los transportistas: según relató, hay familias que están ofreciendo un servicio de «combi guardería«. «Son mamás de la escuela que se llevan a los chicos todos en un auto a la casa y les cobran a las familias el transporte, la merienda y el cuidado hasta que llegan sus padres», detalló.
En ambas situaciones se pone en juego la integridad de los chicos y chicas, y los valores, justificó la transportista, no se diferencian demasiado, por lo que «hicimos un llamado de atención a los padres de estos niños que suben a vehículos» que resultan sobrecargados y representan un peligro para ellos, para los demás conductores y para las fuentes de trabajo de las combis.