Por Federico Desántolo.
«Mi hermano está bajo tierra, pero estos tres tiene que estar presos». El juicio por el crimen de Gabriel Aramayo llega a su fin y antes sw que se conozca el fallo, Mi8 habló con Silvia, una de las tres hermanas de Gabriel.
Balance del fin de semana: el municipio atendió complicaciones por el temporal y diversas infracciones - Entre el jueves y el lunes inclusive, el Cuerpo de Patrulla Municipal (CPM), Tránsito, Prefectura,… Ver nota >
Asesinan a balazos por la espalda a un hombre y hieren gravemente a una mujer - En horas de la noche de este viernes se registró un brutal suceso en el… Ver nota >Gabriel fue el hermano menor y el único varón entre tres mujeres. Sus padres llegaron a Mar del Plata hace 38 años, desde San Salvador de Jujuy. A Marta y a Luis los trajo la falta de trabajo en el norte y la necesidad de un futuro para sus hijos. En ese momento tenían solo dos nenas, Gabriel y la menor de las mujeres, son nacidos y criados en Mar del Plata.
Silvia recuerda que primero vivieron en Bosque Grande. Su papá comenzó a trabajar en la construcción y su mamá siempre fue ama de casa. Cuando llegó Gabriel en el ’91, ya vivirán en el barrio Belgrano y allí permanecen hasta hoy.
Gabriel tuvo una infancia particular. Cuando era un niño le diagnosticaron artrosis prematura y sus huesos no resistían los golpes de la infancia como cualquier otro chico. «Durante la secundaria sufrió varias fracturas y tuvo que terminar con una profesora que venía a casa. Así hizo la secundaria», recordó Silvia.
Desde que terminó de estudiar, Gabriel trabajó en gastronomía. Durante muchos años fue cocinero en un restaurante, que cerró en 2019. Enseguida consiguió otro puesto en la cocina de un bar que queda en inmediaciones del Casino Central. Cuando llegó la pandemia ya estaba de novio y planeaba dejar su casa del barrio Belgrano para dar el paso hacia la convivencia.
Dos días antes que lo mataran para robarle la moto, Gabriel y su novia se habían mudado a una casa en inmediaciones de Polonia y Ortiz de Zárate y había cambiado la moto. «Él tenía una moto blanca que la cambió para comprarse uan nueva color roja que es la que intentan robarle y lo terminan matando», relató Silvia.
La noche del 9 de mayo del 2020, Gabriel salió del restaurante luego de haber cumplido su turno en la cocina. Tomó el mismo camino que la noche anterior: Juan B Justo hasta Polonía y de allí hasta Ortiz de Zárate. Antes que pudiera entrar a la casa un grupo de personas se le fue encima, lo tiraron de la moto y comenzaron a golpearlo hasta dejarlo inconsciente.
Al ver que salían los vecinos, los delincuentes dejaron la moto, las pertenencias de Gabriel y escaparon. Un vecino que lo vio muy mal herido tomó la decisión de subirlo a su auto y llevarlo al Hospital Interzonal. Llegó con hemorragias internas y fue operado de urgencia. Pasó cinco días en coma y el 14 de mayo murió.
«Por culpa de estos delincuentes mi hermano no pudo conocer a sus dos sobrinos nuevos. Le impidieron que pudiera formar una familia, era muy joven para morir así», se lamentó Silvia.
Por el crimen de Gabriel son juzgados Franco Altamiranda (25), Sergio Urbistondo (37) como autores materiales del homicidio y, Claudio «Pirulo» Altamiranda (22), bajo la figura de participe necesario.
Franco Altamiranda y Sergio Urbistondo llegaron al juicio bajo prisión preventiva, mientras que «Pirulo» Altamiranda fue excarcelado porque no se pudo comprobar que haya participado del robo y el crimen de Aramayo.
Durante la investigación también fueron detenidos dos menores que no alcanzaban la edad de imputabilidad (16 años) y que debieron ser librados.
