Oscar Ramón Canela (71), acusado de provocar la muerte de Leandro Leguizamón y huir, declaró hoy ante el fiscal Rodolfo Moure. El imputado se mostró arrepentido de haberse escapado tras protagonizar el accidente y le pidió disculpas a la familia de la víctima: «Lo lamento mucho por la mamá, por a familia, tengo hijos de la misma edad».
Canela quien se encuentra imputado por el delito de homicidio culposo agravado por haberse dado a la fuga, declaró ante el fiscal de la causa y dio su versión de los hechos. El hombre aseguró que 21 de enero había ido a pescar a una playa cercana a Santa Clara y que cerca de las 20.30 decidió regresar a su casa.
Canela relató que tomó la Ruta 11 camino a Mar del Plata y que circulaba por la mano derecha cuando se le apreció un auto delante. Aseguró que antes de pasarlo miró por los espejos y no vio que viniera nadie y que puso el guiño paso. «Ya terminando de pasar al auto blanco siento un impacto de atrás que me hizo mover la camioneta», explicó Canela.
El imputado dijo que cuando descendió de la camioneta para ver que le había pasado se dio cuenta que había un accidente y se acercó a ver que había pasado. Vio a Leguizamón que todavía tenía el casco puesto y estaba tendido en el piso. Vio que un hombre le tomó el pulso y dijo que que ya no tenía vida.
«Yo no podía hacer más nada porque estaba fallecido, me quedé ahí como un minuto, salí caminando para mi camioneta, me
senté, tenía como una opresión en el pecho, no sabía qué hacer, me asusté mucho porque sé que a veces primero golpean y después preguntan qué pasó, o se informan. Entonces arranqué mi camioneta y me fui«, explicó Canela.
En un pasaje de la declaración, el imputado dijo que se cruzó con unos conocidos que le dijeron que vieron un accidente y que reconocieron la camioneta, pero él les dijo que estaba bien que no había sido él. Aclaró que eran amigos de su hijo que no quiso decir nada para no preocupar s u hijo que tiene problemas de presión.
Canela explicó que nunca tuvo un accidente de tránsito y que no supo que hacer que se asustó por las represalias que pudiera sufrir.
El imputado que permaneció 47 días prófugo decidió dar su versión de los hechos luego de que un testigo declarara que Canela lo había llamado con mucha insistencia para que le arreglara la parte de atrás de la camioneta. El chapista que tiene su taller en Mar de Cobo aseguró que el imputado le dijo que lo habían chocad cuando la camioneta estaba estacionada.
En su declaración Canela reconoció que le había mentido al chapista y además intentó disculparse con la familia de Leguizamón. «Quiero decir que lamento mucho por la mamá, por a familia, tengo hijos de la misma edad, podría haber sido hijo mío, pero yo nunca vi la moto», finalizó.
Según la investigación, Leguizamón viajaba en una moto de Mar Chiquita a Mar del Plata y fue encerrado por el vehículo que manejaba Canela. En la maniobra, la moto impactó contra el costado izquierdo trasero de la camioneta y se desestabilizó.
El motociclista cayó sobre el asfalto y la moto siguió su trayecto, se cruzó de carril y fue embestida por un auto que venía en la dirección contraria.
Leguizamón murió en el acto y Canela que, en un primer momento detuvo su marcha para ver qué había ocurrido, decidió escapar.
La policía lo buscó 47 días con los pocos datos que tenía: una camioneta gris con una óptica rota y una abolladura. Finalmente el 8 de marzo personal de la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) y de la Policía Vial de Mar Chiquita allanaron la vivienda de Canela, ubicada en Chapearouge al 5500.
Allí, hallaron la camioneta color gris Mazda 2500. Tenía signos de haber sido arreglada y repintada.
Canela fue detenido y el fiscal Rodolfo Moure lo imputó por el delito de homicidio culposo agravado. La defensora oficial Laura Solari solicitó a la justicia de Garantías la excarcelación de Canela y el juez Saúl Errandonea hizo lugar al pedido.
Tras las pericias mecánicas y accidentológicas se pudo comprobar que Canela había reparado la camioneta para ocultar el choque.