Más de 120 trabajadores y trabajadoras del delivery se manifestaron en las calles de la ciudad para renovar su reclamo en pedido de más seguridad: aseguran que sufrieron más de 70 hechos delictivos en los últimos dos meses.
Una gran caravana de motociclistas colmó el centro de la ciudad de bocinazos en el marco del reclamo por la grave situación de inseguridad que enfrentan diariamente, concentrándose en La Rioja y Moreno para avanzar hasta distintos puntos.
«No vamos a detenernos hasta que tomen medidas, y hasta que los malvivientes que están robándonos las motos vayan presos. Queremos que se termine este conflicto de una vez por todas», aseguró a Mi8 Federico, uno de los trabajadores que coordinó el reclamo.
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La consigna que impulsó la jornada de protesta tiene que ver con la gran cantidad de robos que sufrieron los repartidores en los últimos meses, situación que se vio agravada durante la temporada de verano: desde diciembre, los deliverys fueron víctimas de más de 70 robos, muchos de ellos a mano armada.
«En un mes se termina la temporada y nos van a empezar a matar por nuestras motos. Si no tenemos respuestas vamos a tener una movilización mucho más grande, masiva, con más de 300 repartidores que necesitan que se empiece a trabajar de forma conjunta con las autoridades para prevenir el delito«, sentenció el repartidor.
Según aseguró, el sector sostuvo conversaciones con las autoridades del COM que les proporcionaron el contacto con una mesa de enlace que actúa como prevención. «Pero eso no alcanza para prevenir la gran cantidad de hechos: necesitamos un cordón seguro, un contacto directo con las fuerzas de turno de la justicia para poder prevenir y que la ola de inseguridad que estamos viviendo no llegue a mayores», agregó.
Además, el trabajador aseguró a Mi8 que comenzaron a implementar sistemas de seguridad particulares para mantenerse seguros: «Instalamos mas de 200 sistemas de GPS en las motos y botones de shock que electrocutan al malviviente: si él se sube a la moto, se electrocuta. Nos estamos previniendo nosotros porque no nos queda otra«.
Esta medida extrema proviene de un «sistema que se puede comprar para cualquier persona y que está dentro de los marcos legales: preferiríamos que respondan las autoridades de turno para evitar que corra sangre«, finalizó.
