La Justicia de Garantías le dictó la prisión preventiva a uno de los hermanos acusados de matar a su tía y de balear a su propio padre y a su abuelo. Lucas Sánchiz y su hermano, de 16 años, continuarán detenidos.
El juez Gabriel Bombini, a cargo del Juzgado de Garantías Nº5, dio lugar al pedido de la fiscal Mariana Baqueiro, quien investiga el hecho de sangre que terminó con una mujer asesinada; un hombre internado en grave estado tras recibir dos balazos; otro, con una herida superficial en la pierna izquierda y los dos hermanos, de 20 y 16 años, detenidos acusados de homicidio y tentativa de homicidio en dos ocasiones.
El hecho que tiñó de sangre a la familia Sánchiz ocurrió el 20 de noviembre en una vivienda ubicada en Falkner al 5800.
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Luis Fernández sobre la temporada de Quilmes: “Institucionalmente, fue positiva; desde lo deportivo, nos quedamos cortos” - La temporada en la Liga Argentina para Quilmes tuvo su punto final en la llave… Ver nota >Ante la fiscal Mariana Baqueiro, Sánchiz aseguró se trató de un acto de defensa propia porque corría peligro su vida y la de su hermano. «Disparamos para que no me maten», explicó en un tramo de su declaración.
Según el imputado, el lunes 20 de noviembre, en la casa de su abuelo se juntaron su padre Ernesto Víctor Sánchiz, su tía Evangelina Sánchiz y otros familiares. Lucas vive en frente de la casa de su abuelo y su hermano a tres cuadras, junto con su mamá. Los dos hermanos también concurrieron a la reunión.
El padre de Lucas cumple una condena por homicidio y cuenta con salidas transitorias de lunes a viernes. Cuando llegó le pidió a Lucas que le trajera una pistola calibre 9 milímetros negra y cromada, que su hijo guardaba en su casa.
En su declaración, Lucas aseguró que el arma se la entregó descargada y que su padre se la guardó en la cintura. El joven se fue por un rato y cuando regresó vio que su padre que «estaba borracho y drogado».
En ese momento comenzó una pelea porque Ernesto Sánchiz empezó a hablar mal de la mamá de sus hijos y le reclamó a Lucas que le devuelva la casa en la que vive. El padre le dio una trompada y varios culatazos con la pistola que el imputado le había entregado horas antes.
Padre e hijo comenzaron a forcejear y en un momento en que ambos sujetaban el arma hubo un disparo que le dio al hombre.
Con una herida en el pecho, Ernesto Sánchiz arremetió otra vez contra su hijo. Al mismo tiempo, la tía y el abuelo de Lucas se le fueron encima. La mujer tenía un cuchillo e intentó cortar a su sobrino, mientras que el abuelo lo tomaba del cuello.
«Yo estaba en el piso cuando escucho un tiro y veo a mi hermano que le había disparado a mi abuelo porque me estaba ahorcando», contó el imputado.
Según el relato, Lucas tenía la pistola de su padre en la mano y se vio rodeado por su papá herido, su tía que tenía un cuchillo para apuñalarlo y por su abuelo que, a pesar de tener un tiro en la pierna, seguía atacándolo.
Evangelina Sánchiz, de 42 años, murió a causa de un disparo en el abdomen. El padre de los hermanos continúa internado en el HIGA con pronóstico reservado, tiene dos tiros en el pecho. El abuelo, Ernesto Casimiro Sánchiz (65), recibió un tiro en la pierna izquierda, pero la herida no reviste gravedad.
Los hermanos escaparon en un auto Fiat color gris. El menor fue detenido a las pocas horas y, el mayor, se entregó al día siguiente en Tribunales.
