«Yo disparo para que me dejen, no sé la cantidad de disparos ni hacia quien. Entré en shock», declaró Lucas Sánchiz (20). El joven está acusado, junto a su hermano de 16 años, de haber matado a su tía y de intentar matar su propio padre y a su abuelo, el lunes de la semana pasada durante una pelea en el barrio Libertad.
Lucas se entregó el martes de la semana pasada, un día después de los hechos, y pidió declarar. Ante la fiscal Mariana Baqueiro, aseguró se trató de un acto de defensa propia porque corría peligro su vida y la de su hermano. «Disparamos para que no me maten», explicó en un tramo de su declaración.
El hecho que tiñó de sangre a la familia Sánchiz ocurrió el 20 de noviembre en una vivienda ubicada en Falkner al 5800. El encuentro familiar terminó con una mujer asesinada; un hombre internado en grave estado tras recibir dos balazos ; otro, con una herida superficial en la pierna izquierda y los dos hermanos, de 20 y 16 años, detenidos acusados de homicidio y tentativa de homicidio en dos ocasiones.
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Según el imputado, el lunes 20 de noviembre, en la casa de su abuelo se juntaron su padre Ernesto Victor Sánchiz, su tía Evangelina Sánchiz y otros familiares. Lucas vive en frente de la casa de su abuelo y su hermano a tres cuadras, junto con su mamá. los dos hermanos también concurrieron a la reunión.
El padre de Lucas cumple una condena por homicidio y cuenta con salidas transitorias de lunes a viernes. Cuando llegó le pidió a Lucas que le trajera una pistola calibre 9 milímetros negra y cromada, que su hijo guardaba en su casa.
En su declaración, Lucas aseguró que el arma se la entregó descargada y que su padre se la guardó en la cintura. El joven se fue por un rato y cuando regresó vio que su padre que «estaba borracho y drogado».
En ese momento comenzó una pelea porque Ernesto Sánchiz empezó a hablar mal de la mamá de sus hijos y le reclamó a Lucas que le devuelva la casa en la que vive. «En la puerta de la casa de mi abuelo se sacó la remera y me invitó a que nos caguemos a tiros. Yo lo abracé y le dije que yo no quiero pelear porque es mi papá y lo amo».
La respuesta fue una trompada y varios culatazos con la pistola que el imputado le había entregado horas antes. Padre e hijo comenzaron a forcejear y en un momento en que ambos sujetaban el arma hubo un disparo que le dio al hombre.
Con una herida en el pecho, Ernesto Sánchiz arremetió ora vez contra su hijo. Al mismo tiempo, la tía y el abuelo de Lucas se le fueron encima. La mujer tenía un cuchillo e intentó cortar a su sobrino, mientras que el abuelo lo tomaba del cuello.
UNA BALACERA
Lucas recibió un corte en la mano cuando intentó parar la embestida de su tía. «Yo estaba en el piso cuando escucho un tiro y veo a mi hermano que le había disparado a mi abuelo porque me estaba ahorcando», contó el imputado.
Según el relato, Lucas tenía la pistola de su padre en la mano y se vio rodeado por su papá herido, su tía que tenía un cuchillo para apuñalarlo y por su abuelo que, a pesar de tener un tiro en la pierna, seguía atacándolo. «Yo disparo para que me dejen, no sé la cantidad de disparos ni hacia quien. Entré en shock».
Evangelina Sánchiz, de 42 años, murió a causa de un disparo en el abdomen. El padre de los hermanos continúa internado en el HIGA con pronóstico reservado, tiene dos tiros en el pecho y una en la pierna. El abuelo, Ernesto Casimiro Sánchiz (65), recibió un tiro en la pierna izquierda, pero la herida no reviste gravedad.
«Mi hermano no quiso matarlos. Hirió a mi abuelo y a mi papá en las piernas para que me dejen. Disparaba para que no me maten a mi», aclaró
Los hermanos escaparon en un auto Fiat color gris. El menor fue detenido a las pocas horas y, el mayor, se entregó al día siguiente en Tribunales.
En su declaración, Lucas Sánchiz explicó que no fue la primera vez que su padre lo atacó. Dos años atrás, en una discusión le dio un culatazo con un arma y lo desmayó. Lo internaron en el HIGA e hizo la denuncia.
El imputado aseguró que la pistola de su padre quedó en el lugar de los hechos y la que usó su hermano, la tiró al mar antes de entregarse en Trbunales, el martes de la semana pasada.
