La temporada en la Liga Argentina para Quilmes tuvo su punto final en la llave de cuartos de final ante Lanús, el mejor equipo de la fase regular, a principios de mayo. Tras caer por 72-71 en el José Martínez, el global de 3-1 fue fulminante para el cervecero, que no pudo forzar un quinto juego a pesar del gran clima y empuje que se vivió en Luro y Guido.
El camino para el conjunto tricolor fue marcado por victorias sólidas de local, impulsadas por la vuelta al gimnasio de su sede en enero, pero en paralelo la irregularidad al momento de salir a la ruta. Lu¡s Fernández, entrenador de Quilmes, dialogó con el equipo de Desde La Tribuna, en el streaming de Canal 8, y analizó la temporada de su equipo.
Allí diferenció: “Institucionalmente, los dirigentes del club trazaron una línea de trabajo independientemente de los actores que estuviéramos, y me parece que desde ese punto la temporada fue positiva, un poco mejor a la anterior. Si lo tomamos desde lo que queríamos como equipo, me parece que nos quedamos cortos, en la primera parte de la temporada no hicimos un buen básquet y no obtuvimos buenos resultados. Después empezamos a transformar eso, por eso nos quedamos con la sensación de poco“.
“Salir a la ruta fue un parto. Fue inestabilidad deportiva por responsabilidad mía, a veces defendíamos muy bien pero atacábamos muy mal“, sostuvo Fernández.
“Muchos chicos dieron un salto importante“
En este marco, el entrenador detalló cómo fue gestionar a los juveniles durante esta temporada y el impacto que tuvo en el rendimiento: “Éramos muy buen equipo, pero la rotación de jugadores, desde el punto de vista de que yo la pude haber hecho corta por darle pocos minutos a los juveniles, tiene un porqué: no los podemos largar a la cancha así porque sí, porque ellos también sienten el peso del partido“.
“La rotación de los que más minutos tenían nos costaba, y ahí era cuando caíamos en bache“, explicó Fernández. De igual manera, destacó que “no es culpa de los chicos, es parte del proyecto del Club Quilmes: es enseñarles, esta es la vida profesional y el roce. Leonel Luna y Axel Marino, por ejemplo, dieron un salto importante“.
Sobre lo que significó la emotiva vuelta al estadio José Martínez luego de más de tres décadas, Fernández aseguró: “Para el grupo fue bárbaro. Los jugadores sintieron jugar en casa, no sintieron esa transición. Yo les dije ‘hay que transmitir de adentro para afuera y contagiar’. Es indudable que la hinchada de Quilmes es una cosa de locos“, concluyó.
