Este jueves por la tarde, una empleada de un local de juegos en el shopping peatonal sufrió una brutal paliza en su horario laboral. Una familia conformada por un padre, una madre y dos hijas agredió a la joven de 18 años luego de que una de las fichas de juego se haya trabado.
En este marco, Estefanía, madre de Carolina, la víctima, dio detalles escalofriantes que se deslizan de la violenta secuencia: ”‘Vos sos de acá, la próxima vez va a haber plomo’ le dijo, amenazándola de muerte. Hoy a mi hija le da miedo ir y que esta persona esté afuera esperando. Hoy no fue a trabajar porque está dolorida por las agresiones”.
Por otra parte, describió la manera en la que se desenvolvió la situación: ”A este hombre no le salió la ficha, le reclamó a mi hija y ella le dijo que lo único que podía hacer era darle un juego. ‘No, dame tres’ le dijo el tipo, encascado. Ella le repitió que sólo le puede dar uno, que sino no puede hacer nada, a lo que el sujeto se alteró, empezó a los gritos y mandó a una de las hijas menores a que le pegue”.
”Me sorprendió que actuaran así, no puede pasar esto. Mi hija solo vende fichas, no tiene la culpa de que la máquina se trabe. Ella sólo vende. Deberían quejarse con los dueños, no pegarle a una laburante”, amplió.
Asimismo Estefanía, shockeada y al borde de las lagrimas, sostuvo: ”Como mamá siento bronca e impotencia de no poder hacer nada. Es mi hija, todos tenemos una criatura, los hijos no se tocan. Ella para siempre es mi bebé. Cuando vi que la manotearon de los pelos, no quise seguir viendo, es indignante”.
”Yo no puedo actuar, porque si actúo termino pagando yo, el inocente, como siempre, mientras este hijo de puta sigue en la casa”.
”Si no se formaba un tumulto de gente y paraban la golpiza, no sé como hubiese terminado. Yo confío en que mi hija esté segura en el laburo, y que pase esto es terrible. Este tipo tiene que pagar, 18 años tiene mi nena”, reclamó.
Por otra parte, la madre explicó que, instantameamente después de la agresión, ”mi hija fue con su jefa a hacer la denuncia correspondiente, mostrando las pruebas y los testigos”. Además, contó que llamó al agresor pero ”me ignoró. No me pidió perdón. El papá quiso hablar y tampoco le respondió”, concluyó.