Los números de la inflación se ubican, durante los últimos meses, por encima del 20% y los alimentos y los servicios no son los únicos golpeados: al igual que el resto de las cosas, las expensas también suben y cada vez se complica más poder «tenerlas al día».
En diálogo con Mardel Directo, el abogado y administrador Diego Mastromarino analizó la incidencia del incremento de las expensas en el crecimiento de los niveles de morosidad en los edificios.
«Con la suba de la inflación las expensas siguen esa línea. Las paritarias de los trabajadores de los edificios también siguen a la inflación, por lo que la mora le puede traer un perjuicio al edificio«, explicó.
Además, señaló que es importante «ser cauto con los gastos» en las administraciones cuando los niveles de mora son elevados, «haciendo lo estrictamente necesario o de urgencia». «Hay gastos que no pueden esperar, como algunas obras, arreglos, cañerías rotas o el mantenimiento de ascensores, por ejemplo».
Al dirigirse a los administradores de consorcios, Mastromarino señaló que «hay que estar atentos a la gente que puede llegar a deber: lo que no paga un propietario lo termina pagando otro«. «Si gasto 100 y recaudo 85 o 90 lo podre soportar uno o dos meses, pero las deudas del edificios deben ser pagadas», aclaró.
En tanto, dijo que la administración es la encargada de hacer una gestión de cobro a quienes no están día: de ellos depende la intimación jurídica en los casos graves.
Finalizando su intervención, el abogado determinó que «los intereses -a las expensas atrasadas- deben cobrarse y actualizarse. Con esta inflación los reglamentos de edificio quedan desactualizados, algunos marcan un interés del 1% mensual, deberían ser modificados y ponerlos a un interés guiado por el IPC».
Con esto, dijo, «hay que tener cuidado para no correr riesgo que el propietario que paga mensualmente piense que conviene no pagar«.