El obispo Gabriel Mestre se despidió de la comunidad diocesana de Mar del Plata en una misa multitudinaria en la Catedral. Tras 6 años al frente de la Iglesia de la ciudad, pasará a ser arzobispo de La Plata.
La actividad comenzó a las 14, cuando la banda del Ejército dio un recital en las escalinatas de la basílica. Una hora después inició el acto de despedida de Mestre, donde se resaltaron distintos aspectos de su obispado, con distintas imágenes y testimonios. Luego, el obispo saliente celebró la Santa Misa junto a los párrocos de la ciudad, a modo de despedida y agradecimiento. Estuvo presente el intendente Guillermo Montenegro, junto a otros funcionarios y miembros del Ejército.
La Catedral estaba colmada de fieles y también había un gran número de personas que se congregaron en las afueras, donde se colocó una pantalla gigante por la que se podía seguir la celebración.
En su homilía, Mestre hizo un repaso por sus 6 años de apostolado. “La despedida que hoy compartimos, y las diversas que tuve a lo largo de este mes y medio, me han dejado al límite de mi afectividad. La intensidad de mis emociones y el latir de mi corazón han sido muy fuertes en este tiempo”, manifestó, visiblemente emocionado.
Para finalizar su discurso, dijo a los fieles: “Los voy a extrañar mucho porque en estos seis años busqué siempre que mi tiempo sea el tiempo de ustedes. Jamás escatimé un minuto de mi vida para alguien o algo de la Diócesis. Mi tiempo ha sido siempre para cada grupo, para cada comunidad y para cada servicio”.
Ahora, Mestre deberá emprender su viaje a La Plata, ciudad en la que fue nombrado arzobispo por el Papa Francisco el 28 de julio pasado.