El dueño de una distribuidora de alimentos para mascotas notaba que le faltaba mercadería y sospechaba de uno de sus empleados, de 15 años de antigüedad. Hizo la denuncia hoy y los policías descubrieron que el trabajador tenía 11 bolsas de alimento balanceado en el baúl de su auto, con un valor de $300.000.
Un comerciante de 54 años, propietario de una distribuidora de alimentos para mascotas ubicada en Avenida Juan B. Justo al 4800, se presentó en la comisaría decimosegunda para radicar una denuncia en contra de uno de sus empleados, que contaba más de 15 años de antigüedad.
El hombre explicó que en el último mes había notado que en el local faltaban varias bolsas de alimento. Con la información recogida, los efectivos instruyeron actuaciones con intervención de la UFI Nº 10 a cargo del fiscal Juan Pablo Lódola.
Luego, llegaron al comercio de forma sorpresiva en el turno en el que el sospechoso llevaba a cabo su labor. Con el permiso del dueño del lugar, ingresaron y notaron a simple vista que el auto del denunciado estaba cargado con bolsas. Le mencionaron que había una denuncia en su contra y le pidieron que lo abriera.
El hombre, de 35 años, accedió y del interior del vehículo encontraron 11 bolsas de alimento balanceado valuado en $300.000. Acto seguido, la mercadería fue secuestrada y restituida al empleador.
El fiscal interviniente dispuso que se notifique al empleado de la formación de una causa por los delitos de hurto y estafa, sin restringirle la libertad.