Este miércoles el Gobierno publicó en el boletín oficial los nuevos aumentos para las tarifas de gas natural por red a los hogares, comercios, industrias y usuarios no domiciliarios. Las subas inician en un 150% y, en algunos casos, superarán el 450%.
El mayor impacto de las boletas se dará en junio, aunque desde mayo habrá otros ajustes adicionales para los hogares de altos ingresos y el resto de usuarios no residenciales, y también una indexación mensual de una porción de las tarifas, por lo que habrá aumentos todos los meses para toda clase de clientes conectados a la red.
Según cálculos aproximados que difundieron las empresas distribuidoras de gas, un usuario de ingresos altos con un consumo de hasta 500 m3 (R1) -un departamento o casa en la que habitan dos personas- al año que recibía una boleta de $1.547, pasará a pagar $7.000. Esto significa una suba de 352%.
En tanto, un usuario residencial de altos ingresos que recibía una boleta de $4.527 por un consumo de entre 600 a 800 m3 (R22) pasará a pagar $25.200. Se trata de una suba de 456%.
Por su parte, los usuarios N2 (bajos ingresos con tarifa social) pagarán por el gas entre US$ 0,74 y US$ 0,78 por millón de BTU desde el mes que viene. Los N3 (Ingresos medios) abonarán entre US$ 1,10 y USD 1,17 por millón de BTU. Obviamente estos dos grupos pagarán pleno por el consumo que exceda el bloque subsidiado.
Sin embargo, el mayor impacto se hará sentir con este nuevo cuadro tarifario, que comenzará a regir a partir del 1° de mayo, cuando el precio del gas salte a entre US$ 4,20 y US$ 4,50 por millón de BTU, dependiendo la zona del país. Esto representará una fuerte disparada en un período donde los consumos serán más altos por el invierno.
Cabe recordar que una buena extensión del país, se mantiene el beneficio de los descuentos por “zona fría” de entre el 30% y 50% sobre el precio del gas, algo que quiso eliminar el Gobierno en la “ley ómnibus” de enero y que hasta ahora dejó intacta en la nueva versión del proyecto de “ley de Bases”.
El precio del gas “PIST” quedó dolarizado, como ya lo estaba desde 2016, pero ahora indexado a la evolución del tipo de cambio oficial, algo distintivo de estos cambios, pues antes se traducía ese costo en dólares a pesos y se dejaba estable hasta el próximo ajuste, con lo que gradualmente se licuaba a medida que avanzaba la devaluación de la moneda local.