domingo 19 de mayo de 2024
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«Cuando acecha la maldad»: la película de Demián Rugna que aterrorizó a Mar del Plata y es un éxito en todo el país

El film tuvo su primera presentación a nivel nacional en el Festival Internacional de Cine. El director habló con Mi8 acerca de su película, que ya tiene récords de taquilla.

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Ezequiel Rodríguez, protagonista de "Cuando acecha la maldad".

«Cuando acecha la maldad» se transformó en la película de terror argentina más vista de la historia. El film, dirigido por Demián Rugna, ya tiene más de 150.000 espectadores a lo largo y ancho del país.

Si bien la cinta se estrenó el 9 de noviembre, la primera proyección al público argentino se realizó en el Teatro Colón de Mar del Plata. El viernes 3 de noviembre, en la segunda jornada del 30° Festival Internacional de Cine, la sala se vio colmada por muchos jóvenes fanáticos del cine de terror. Muchos se quedaron afuera e incluso hubo algunos que vieron la película parados (como fue el caso de quien escribe estas líneas).

«Cuando acecha la maldad» es una obra impactante y brutal. Como expresa su nombre, la sensación de que el mal está en todos lados se siente desde el principio hasta el final. Si bien da algunos respiros, Rugna escribió una historia que presiona al espectador contra su silla y, en ciertas escenas, deja sin aliento al que la ve.

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Demián Rugna con el premio a mejor película en el Festival de Cine Fantástico de Sitges, España.

– A la película le está yendo muy bien en taquilla. ¿Qué te parece vivir todo esto?

– (Tras unos segundos de meditación) Es un sueño hecho realidad. Es una especie de tranquilidad, después de hacer cinco películas, de que mi obra pueda llegar a mi público y que la gente la abrace después de muchos años que estuve haciendo cine. Pensé que no iba a pasar, pero pasó.

– ¿Por qué pensabas que no iba a pasar?

– Porque a veces no depende de la película. Yo siempre tuve la sensación en cada momento donde mi película salía, que había hecho bien las cosas. Me pasó con «¡Malditos sean!», con «No sabés con quién estás hablando» y hasta mismo con «Aterrados». Si bien esta última se hizo conocida cuando salió, no tuvo lo que está pasando ahora con esta. Eran amadas y adoradas por el público, pero no pude tener ningún circuito comercial que me haga la vida un poco más fácil.

Esta es una película que estuve 5 años tratando de hacerla. Y cuando uno arma una «peli» y entiende que hizo lo mejor que pudo, está contento, la testea con el público y el público reacciona bien, no significa que después tenga un suceso comercial. Por muchísimos factores.

Entonces siempre cuando hago mis películas descreo que pueda llegar a pasarme esto, pero siempre lo deseo. Siempre es el sueño de cada cineasta poder tener un éxito en taquilla, con el público y con la crítica, pero en el fondo sabemos que es muy difícil.

– ¿Qué crees que tiene de diferente «Cuando acecha la maldad» con respecto a esas otras?

– Creo que llegó después de un recorrido mío y después de «Aterrados», un film que dio mucha expectativa. Esta es una película donde redoblo la apuesta: desde el nivel de producción y desde el riesgo que tomé.

Por suerte, todas estas apuestas fueron tomadas positivamente. Muchos me dicen: «Se nota la maduración tuya en esta película». Yo no veo una maduración mía, sino que veo que aposté más fuerte todavía. No me quedé sentado e hice lo mismo que hice con «Aterrados». No fui a la fácil, y creo que eso a la gente le entró con todo.

Foto promocional de «Cuando acecha la maldad».

– Realmente se nota la evolución de una película a la otra. ¿En qué aspectos te quisiste superar?

– Es más jugada. Tiene escenas técnicamente mucho más complicadas que «Aterrados», y esa también las tuvo. Es una cinta que costó la mitad, mucho más contenida dentro de las posibilidades que teníamos. También fue bastante osada con el presupuesto con el que contábamos y las condiciones para filmarla.

En «Cuando acecha la maldad», lo que logré es tener muchas mejores condiciones, pero en vez de cruzarme de brazos tomé el doble de riesgos. Tiene escenas muy complejas: con animales, chicos, autos y efectos especiales. Y también que actoralmente, artísticamente, es mucho más difícil. También en cuanto a la producción, ya que tiene muchísimos exteriores, donde siempre se hace muy complicado filmar.

– De hecho, «Aterrados» prácticamente transcurre en una sola cuadra…

– Sí, por eso a esa observación yo puedo darle otro punto de vista. Es mucho más madura «Aterrados» porque tiene menos recursos, y yo los pude utilizar y conducir. «Cuando acecha la maldad» es mucho más inmadura porque es mucho más desbordante. Y si lo pensás como un productor, es una «peli» casi imposible de hacer.

«Aterrados», otra de las películas dirigidas por Demián Rugna.

De regreso a la sala del Teatro Colón. La mayor parte del tiempo, la trama del film provocaba una tensión palpable en el recinto. Sin embargo, en algunas escenas bastante crudas, el público estallaba en carcajadas.

– Si bien en «Cuando acecha la maldad» hay algunos alivios cómicos, había escenas un poco duras en las que había mucha gente que se reía. ¿Buscás eso? ¿Te sorprende? ¿Por qué crees que a veces la audiencia se toma con gracia al terror?

– Porque son fanáticos del género. Sobre todo en esa función del Colón. Festejan siempre cuando pasa algo que les gusta. Se impactan y después festejan. Se vive en todos los festivales del género. Hay escenas brutales y aplauden; matan a alguien y aplauden; si les gustó lo que pasó o si los agarraste desprevenidos, lo festejan. El fan del género es muy efusivo con las cosas que le gusta y eso está buenísimo.

– Noté que había muchísima gente joven. ¿Ese es el público del cine de terror en Argentina o en todo el mundo?

– Yo también estoy sorprendido gratamente de la cantidad de pibes jóvenes que hay viendo el terror en Argentina. Vengo de festivales en el exterior del género y el promedio de edad era de 30 a 35 años, y en Mar del Plata el promedio de edad de mi película fue de 22 años, lo cual es buenísimo.

La previa de la primera proyección de «Cuando acecha la maldad» en Argentina, en el Teatro Colón de Mar del Plata.

Previamente, «Cuando acecha la maldad se presentó en distintos salas y festivales de Estados Unidos, donde cosechó muy buenas críticas y hasta obtuvo algunos reconocimientos. Fue premiada como mejor película del Festival de Cine Fantástico de Sitges, España. Se trató del primer film latinoamericano en conseguir este galardón.

Además, fue ovacionada en su estreno mundial en el Festival Internacional de Cine de Toronto y proyectada en el Fantastic Fest de Austin y en el Beyond Fest de Los Ángeles.

– Hay algunos estadounidenses que critican al cine de terror de Hollywood y creen que éste tipo de películas son el camino para los próximos años. ¿Por qué crees que es así?

– Veo muchos comentarios de eso. La película está siendo muy bien criticada afuera y hay muchos estudios que quieren comprar los derechos. Está marcando una sensación y por suerte es argentina. Creo que están encontrando algo genuino, que sorprende, que no está trillado y que no cae en los lugares comunes de las películas de terror que venden afuera.

Realmente a este film no le importa, en su génesis, si va a ser una película comercial o no. Siempre se buscó, en sí mismo en el guión, ser una buena película. Después no se intentó que le caiga bien a todo el mundo. En una película de terror, eso es fundamental.

Escena de «Cuando acecha la maldad».

– Bueno, ya que te metés en el tema guión… Vos dirigís, sos guionista, también haces la música de alguna de tus películas. ¿Cómo son estas múltiples tareas tuyas?

– (Risas) Escribo y dirijo, ese es mi estilo, mi impronta. En cuanto a la música, yo tengo una banda que se llama «Pasco 637» desde que soy adolescente. Toda mi vida fue mi hobby, gran parte de mi pasión fue ahí. Eventualmente hice la música de «No sabés con quien estás hablando», de «Aterrados» y participé en esta última película con el tema del final.

Cada participación mía ha tenido su por qué. No es algo que yo busque. Es hermoso, pero hay gente que lo hace mucho mejor que yo y, mientras los pueda contratar, lo haré. Mis participaciones fueron por necesidades del proyecto.

– Volviendo a la película, prácticamente no te da descanso en cuanto a momentos de terror. ¿Lo pensaste así desde un principio? ¿Quisiste que el público ya se impacte desde el primer momento hasta el último?

– Sí, yo trato de ir al grano lo más rápido posible. La presentación de mis personajes siempre son con la película ya golpeándote. En este caso, es una «peli» que te va pasando por arriba la primera mitad y después con la inercia que viene decide irse por un lado mucho más oscuro y más «creepy» para llegar al final. Sigue siendo intenso, pero no tiene la acción del comienzo, pero por una cuestión lógica: cuando le das tanta acción al espectador, ya no le produce nada.

Es lo que a mí me pasa cuando veo películas que están al palo todo el tiempo. Ya pasa una hora y es como que para todo lo que va pasando ya no tenés reacciones y termina siendo un gasto de recursos «al cuete». Entonces, lo que tiene de bueno «Cuando acecha la maldad» es que todo el tiempo te va contando algo nuevo, intentando que vos no puedas adivinar hacia dónde va.

Ezequiel Rodríguez y Demián Salomón.

– La temática es sobre lo demoníaco, acerca de los «embichados». Es algo que en las películas de terror se usa bastante. ¿Cómo buscaste darle la vuelta de rosca para que sea tan entretenida?

– Lo que me planteé era que sea una película de exorcismos pero sin que un cura católico pueda sacar el demonio de adentro. Entonces, la decisión de dejar de lado la religión me dio la posibilidad de buscar, como guionista, otras soluciones al tema. La clave de la historia fue esa.

Yo tenía que construir un universo nuevo, propio. Yo mismo construí las reglas, que están completamente explícitas. Con esta película tomé la decisión de arrancar desde la mitad de la mitología y no contar todo desde el comienzo.

– ¿Cómo fue el proceso de la selección de los actores?

– Fue un proceso largo el de los protagonistas. Yo había trabajado en todas mis películas con Demián Salomón, pero a Ezequiel Rodríguez no lo conocía prácticamente. Hizo un casting online y estuvo buenísimo, entonces ahí le di la antorcha para que sea la bandera de la «peli».

También fue arduo el tema de encontrar a los chicos adecuados, que estén disponibles en los mismos horarios para filmar. La verdad que es gran parte de mi trabajo como director: encontrar a los actores que funcionen para la película siempre es un gran porcentaje, yo diría un 40 o 50% del trabajo de un director es hacer un buen casting. En este caso tuve suerte.

Demián Salomón en «Cuando acecha la maldad».

– ¿Qué vínculo tenés con Mar del Plata? ¿Conocés mucho? ¿O venís solamente para los festivales?

– Es una de las ciudades que más me gustan de la Argentina. Yo solía ir desde muy chico a Miramar y mi familia tenía un departamento ahí. De chico me enamoré de Miramar y de adolescente, de Mar del Plata. Después tenía también una novia que tenía un departamento, íbamos en invierno. Encontraba la vida de Mar del Plata muy linda. Es maravillosa, tenés de todo.

– Respecto al Festival de Cine, ¿cómo viste su organización y el nivel cinematográfico?

Es un festival «Clase A» y hace honor a su categoría. No pude apreciarlo mucho, porque por cuestiones de agenda sólo estuve tres días, pero estaban todas las funciones llenas.

A ver, un festival lo que necesita es que vaya gente a ver. He ido a muchos que han tenido funciones casi vacías y es un bajón. Acá estaban todas las salas llenas, con montones de películas y ese creo que es el verdadero éxito de los festivales: que los espectadores vayan al cine a ver películas que no se ven en otro lado.

– Y Mar del Plata también tiene ciertas historias paranormales. Tiene varias locaciones, como el Torreón del Monje. Dicen que hay un fantasma ahí. ¿Ves viable filmar una película de terror en Mar del Plata? ¿Lo ves atractivo?

– Obviamente que sí. Se han hecho un par, como «El loco de la ruta», que no son específicamente de terror, pero son bastante turbulentas. Y a Mar del Plata en invierno, te la regalo (risas).

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