La jueza de Garantías Lucrecia Bustos consideró suficientes y contundentes las pruebas acopiadas en la investigación como para confirmar la detención de Jonathan Cáceres por el crimen de Angélica Rossi, cometido a comienzos del mes de mayo en el Bosque Peralta Ramos.
Quien resulta alcanzado por esta medida ya estaba tras las rejas, procesado por el asesinato de Elizabeth Othondo, cometido a inicios de este mes en una vivienda de la calle Rodríguez Peña casi San Luis.
El modus operandi en ambos casos fue similar, lo que llevó a los fiscales a considerar que se podría tratar de un mismo autor. Las evidencias colectadas por Leandro Arévalo en la causa por el caso de Othondo y su colega Florencia Salas en la que se sigue por la muerte violenta de Rossi fueron relevantes, según determinó la justicia.
Cáceres está alojado en la unidad penal de Batán desde hace más de diez días, cuando se ordenó y efectivizó su captura en un hostel en el que se alojaba, en la zona de la estación ferroautomotora. Allí se lograron secuestrar vestimenta propia y elementos que pertenecían a las víctimas.
En principio se lo procesó por el asesinato de Othondo, asesinada a golpes y con intento de incendio de su vivienda. Y en las últimas horas se siguió similar camino en el expediente por el crimen de Rossi, también ultimada con golpes en el cráneo y posterior foco de fuego que consumió parte de su vivienda y también del cadáver.
Huellas de calzado, de sangre y elementos que pertenecían a sus víctimas comprometen a Cáceres, conocido también como “El negro Johny”, como lo mencionó una pareja que había comprado de segunda mano la computadora que perteneció a Rossi.