María Sallago todavía no puede creer lo que ocurrió. Vino desde Bahía Blanca apenas se enteró lo que había ocurrido con su hermano, José Ignacio Sallago, el hombre que huyó de un control policial y murió luego de chocar contra una patrulla policial que se interpuso en su camino. “Lo asesinaron. No le dieron oportunidad de nada. Vamos a ir hasta el final para pedir justicia”, dijo, entre lágrimas, en diálogo con Teleocho Informa en pleno velatorio del atleta bahiense.
La mujer se encargó de aclarar rápidamente que su hermano no era un delincuente. “Él la moto la compró”, dijo y relató que la plata para comprarla se la había prestado su jefe. “Se la iba devolviendo de a poquito”, agregó.“Todo lo que hizo lo hizo de buena fe, era muy laburador”, aportó Leandro Pérez, amigo de “Nacho”, con quien vivía desde hace un año y medio.
Balance del fin de semana: el municipio atendió complicaciones por el temporal y diversas infracciones - Entre el jueves y el lunes inclusive, el Cuerpo de Patrulla Municipal (CPM), Tránsito, Prefectura,… Ver nota >
Imponen restricciones de venta de GNC en estaciones de servicio en Mar del Plata: por qué y hasta cuándo - Desde la tarde de este martes, alrededor del 40% de estaciones de servicio de Mar… Ver nota >La hermana de Sallago señaló que no saben qué fue lo que provocó la reacción del atleta. “No sabemos si la moto tenía pedido de secuestro o no. Puede ser que haya sentido miedo, que no quería que le saquen la moto por el trabajo, pero no era la forma como terminó”, sostuvo.
Ezequiel Monin, el entrenador del grupo donde Sallago corría, también cree la versión de que el joven sintió miedo de que le secuestren la moto por alguna irregularidad. “Pero no era nada de lo que dicen. Era un deportista. Entrenaba todos los días. Salía a las 18 de laburar, se iba a su casa a cambiar y salía a entrenar. Se dedicó toda la vida al deporte”, contó.
María, la hermana del joven que falleció este domingo, lo definió como “alegre y divertido”. “Él amaba lo que hacía –continuó-, le destruyeron la vida”. Antes de insistir con el pedido de justicia, María pidió un último aplauso para su hermano, que vio interrumpidos sus sueños de manera trágica.
