La investigación contra un empresario oriundo de Tres Arroyos por comercialización de estupefacientes tuvo un giro inesperado en las últimas horas y ahora hay dos policías marplatenses vinculados en la causa. Dos efectivos del departamento de Narcotráfico de la Policía Federal seccional Mar del Plata fueron aprehendidos este sábado en una estación de servicio de Tres Arroyos por extorsión contra el empresario Carlos Baliña, imputado en la causa.
Todo comenzó cuando el juez federal de Necochea, Bernardo Bibel, inició una investigación contra Baliña por narcotráfico. La causa avanzaba correctamente y tenía colaboración de las fuerzas federales de Mar del Plata.
Sin embargo, todo cambió el miércoles pasado, cuando el propio Baliña realizó una denuncia en la Subdelegación Departamental de Investigación (Sddi) Tres Arroyos en donde aseguró que dos personas que decían ser efectivos policiales lo habían llamado para exigirle dinero a cambio de desvincularlo de la causa por venta de drogas.
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Inmediatamente, personal del Ministerio Público Fiscal inició averiguaciones para identificar a los extorsionadores, quienes resultaron ser dos agentes del departamento de Narcotráfico de la Policía Federal seccional Mar del Plata que estaban bajo las órdenes de Bibel. Uno de ellos tiene 40 años y se desempeña como cabo primero. El otro tiene 25 y es oficial subinspector.
El encuentro
Este sábado, Baliña acordó un encuentro controlado en una estación de servicio YPF ubicada en la Ruta Nacional 3 y calle Vélez Sarsfield, en la localidad de Tres Arroyos.
La reunión se dio a las 20 y Baliña fue acompañado de un miembro de la Sddi, que permaneció de incógnito mientras se realizaba la transacción con los dos policías marplatenses. Allí entregó la suma de $100.000.
Hasta el momento de la entrega iba todo según lo planeado, pero el agente reveló su identidad y se dio un altercado físico. Finalmente, se llevó a cabo la aprehensión de ambos con ayuda de otros uniformados que supervisaban el operativo. Se secuestraron tres celulares, una mochila, una pistola Bersa Thunder 9 milímetros y 17 municiones, pertenecientes al mayor de los implicados.
La situación se tornó aún más confusa cuando los aprehendidos aseguraron que su accionar estaba dentro de las tareas investigativas en el caso Baliña. Por lo tanto, según informó el portal de noticias «Diario Necochea», el juez Bibel desconfía de todos los implicados, ante la coartada de los policías marplatenses y la figura del empresario, que ahora es imputado por narcotráfico y víctima de extorsión al mismo tiempo.
Cómo sigue la causa
Según el portal La Brújula 24, cuando Baliña pactó el encuentro con los policías ni la fiscalía interviniente ni la DDI estaban al tanto ni habían organizado una «entrega controlada». El empresario decidió ir con un agente amigo, oriundo de Bahía Blanca, quien pidió refuerzos al 911 al momento de enfrentarse con los supuestos extorsionadores.
De aquí surgieron varias cuestiones que continúan sin aclararse. En primer lugar, por qué Baliña se «lanzó» a una negociación sin una organización previa de la Justicia. El empresario tiene vinculaciones políticas y deportivas muy importantes.
Por otra parte, desde los altos mandos de la Gendarmería Nacional cuestionan por qué el juez Bibel los corrió de la investigación y la reservó exclusivamente para la Policía Federal. «Estábamos avanzando muy bien, nos sacaron y ahora pasa esto… todo es muy extraño», confió una fuente de esa fuerza al portal La Brújula 24.
Además, hace tres años fuerzas federales de Mar Del Plata habían desenmascarado al jefe de la DDI de Tres Arroyos por encubrir casos de Trata de Personas.
Todas estas cuestiones rodean la causa por extorsión contra Baliña, que quedó en manos del fiscal Gabriel Lopazzo. Ya indagó a los policías, pero se declaró incompetente y quiere reenviar la causa al fuero federal. Sin embargo, un superior le indicó que no sería conveniente derivársela al mismo juez para el que cumplían funciones los policías marplatenses.
En este momento, el juez de garantías subrogante Esteban Usabiaga retiene la causa al entender que pertenece al fuero ordinario.
