Un menor de 17 años fue imputado por el crimen de Jorge Cabrera, el sereno asesinado en un puesto de frutas y verduras sobre la Ruta 11, el 31 de enero. El fiscal del Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil, Marceo Yáñez Urrutia, solicitó la detención del adolescente y en las próximos días le tomará declaración indagatoria.
Yáñez Urrutia solicitó, en las últimas horas, la orden de detención a la justicia de Garantías por el delito de homicidio en ocasión de robo.
El menor se encuentra bajo prisión preventiva en un Instituto de Menores de régimen cerrado Lugones, en la localidad de Azul, por delitos cometidos con posterioridad al crimen de Cabrera.
Balance del fin de semana: el municipio atendió complicaciones por el temporal y diversas infracciones - Entre el jueves y el lunes inclusive, el Cuerpo de Patrulla Municipal (CPM), Tránsito, Prefectura,… Ver nota >
Desde la medianoche circulan los colectivos en Mar del Plata - El transporte público en la ciudad de Mar del Plata vuelve a la normalidad tras toda una jornada… Ver nota >Fuentes judiciales informaron a Mi8 que, una vez que la jueza de Garantías Marina Gulminelli haga lugar al pedido del fiscal, el imputado será indagado de manera remota.
El adolescente fue trasladado al instituto Socio Educativo Lugones luego de protagonizar algunos enfrentamientos con otros internos en el centro de detención de Batán. Todo indica que continuará detenido en ese lugar, luego de que el fiscal le dicte la prisión preventiva por el homicidio de Cabrera.
El cuerpo de Jorge Alberto Cabrera (55) fue hallado el 31 de enero, a pocos metros de los acantilados de la Playa de Camet, a la altura de Cura Brochero y Ruta 11. El hombre, que contaba con antecedentes penales y vivía en un auto abandonado, había sido asesinado de dos balazos.
En un principió se especuló con que el crimen se había dado en el marco de una pelea, pero con el correr de los días se pudo determinar que Cabrera fue asesinado por una persona que le robó el celular.
A través de distintas declaraciones testimoniales, el fiscal llegó hasta el adolescente. Un testigo aseguró que en una charla el imputado manifestó que había «bajado« a un tipo en la costa.
Otro indicio fue que horas después del crimen, el adolescente trató de vender un celular. Todo indica que se trataba del teléfono que le había robado a Cabrera.
Fuentes de la investigación informaron que el imputado padece un serio problema de adicciones y que ese habría sido el móvil del crimen: robarle para poder obtener dinero para consumir.
