El secretario de Obras Jorge González resaltó destacó la aprobación por parte del Concejo Deliberante de tres ambiciosos proyectos inmobiliarios que le cambiarán la cara a Mar del Plata en los próximos años. «Para el municipio es muy importante. Hoy no estamos viendo la dimension que tiene esto«, dijo.
El cuerpo legislativo le dio luz verde a proyectos inmobiliarios en el predio de Villa Titito (Santiago del Estero 1200), el ex hotel Hurlingham (Bernardo de Irigoyen y la Costa) y la creación del Distrito de Arte y Diseño en Juan B. Justo y Edison.
«Eran pasivos ambientales. Hacía falta sacarle provecho», marcó el funcionario municipal.
En ese marco, puso de relieve que en el caso del ex Hotel Hurlingham había una ordenanza previa que se había caído y que ahora se generó una nueva para poder construir departamentos y un hotel boutique que terminará con la postal de años de abandono en uan zona emblemática de la ciudad.
«El distrito de Arte y Diseño son dos manzanas que hace mucho no tienen desarrollo y son un punto de inflexión para la zona», agregó González.
En ese sentido, indicó que las obras planificadas también «irradian mejoras hacia el barrio». «Las obras levantan el entorno de manera muy significativa. Ahora el proceso que nos viene que no es corto es acompañar a los proyectos para que obtengan las aprobaciones necesarias y allí tener el impacto de la economía», dijo.
Por otro lado, el funcionario municipal remarcó que las iniciativas no sólo son importantes para el futuro de la ciudad, sino también permiten revisar el pasado. «Esta es una de las confirmaciones de cambio que Mar del Plata tiene que tener«, sostuvo y dijo que cualquiera de los tres proyectos avalados por el cuerpo legislativo «tenía un tratamiento muchísimo más largo» y eso «le restaba certidumbre a los inversionistas para venir a Mar del Plata«.
En ese marco, destacó que desde la secretaría de Obras acompañan a los inversionistas en el desarrollo de los proyectos desde la cuestión técnica. Pero también marcó que en esta gestión comenzaron a solicitarse más informes y poner condiciones que permiten que los proyectos lleguen al cuepo legislativo «más completos«.
«Eso permite que en un proceso de siete meses estos proyectos obtengan las ordenanzas para comenzar a transitar el camino para convertirse en realidad», marcó González, que también destacó la labor del Concejo Deliberante para acompañar este proceso.