El ex jefe de la Departamental, José Luis Segovia, detenido por liderar una presunta asociación ilícita fue alojado inicialmente en Prefectura. De allí fue trasladado a la comisaría de Balcarce. De ese lugar fue llevado a la sede de la Policía Federal Mar del Plata por haber recibido visitas cuando debió estar incomunicado. Y ahora el fiscal general adjunto Marcos Pagella pidió a la Justicia que lo traslade a una unidad carcelaria del Servicio Penitenciario Bonaerense por las relaciones de amistad que el ex jefe de la policía de Mar del Plata tiene con las autoridades de esa fuerza.
Según pudo saber Mi8, pocas horas antes de ser detenido las autoridades de la Policía Federal de la ciudad habían invitado a Segovia a comer un lechón. «No es un problema que tenga amistades, pero sí se pueden generar situaciones injustas en la situación de encierro que sería mejor evitarlas», señalaron fuentes del caso.
Ante esta situación, el fiscal Pagella elevó un pedido a la justicia de Garantías para que autorice el traslado de Segovia a un penal a cargo del Servicio Penitenciario Federal. «Los calabozos de las dependencias policiales, sean provinciales o federales, no son aptos para tener personas por largos períodos», indicaron.
A su vez, el fiscal contempló que la prisión preventiva dictada por la justicia contra Segovia quedó firme, luego de que la defensa del ex jefe de la Policía no apelara la decisión de primera instancia.
Ahora, el juez de Garantías Daniel De Marco debe resolver el pedido del fiscal y en caso de aceptar el planteo determinar en qué penal seguirá detenido.
Allanamientos por un sumario
En las últimas horas, la justicia volvió a allanar la Jefatura Departamental de Policía, así como también Puente 12 (la sede de la Policía Bonaerense en La Matanza) y dependencias en La Plata.
La decisión fue por la aparición de rastros de un sumario administrativo que se había iniciado contra José Segovia y otros efectivos de la policía de Mar del Plata, pero del que llamativamente no quedaron rastros.
La evidencia hallada fue el inicio del sumario en un formato electrónico, pero más allá de eso no había otros elementos que sirvieran para determinar qué pasó con esa investigación. Según pudo saber este medio, había acusaciones «fuertes» contra el exjefe policial.
La sospecha que tiene la justicia es que Segovia habría pagado una importante suma de dinero en dólares para lograr que ese sumario no sea derivado a la Dirección de Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad de la Provincia. «Quedó cajoneado«, resumieron las fuentes consultadas.
Los datos que permiten a los investigadores presumir la maniobra de Segovia incluyen la apertura de la caja fuerte, un viaje a La Plata y la desactivación de los teléfonos al momento de reunirse en la sede de la policía.
