El 1 de diciembre de 2006, la familia Franco estaba sumida en la desesperación. Juan Manuel, un bebé de apenas 15 meses, había aspirado purpurina. El panorama era el peor posible: los médicos le dijeron a sus padres que no había esperanzas de que sobreviviera. Sin embargo, le rezaron al (en aquel entonces) siervo de Dios Eduardo Pironio y el niño se recuperó de forma milagrosa.
Con los años, la propia Iglesia Católica comprobó que se trató de un milagro, y esa es la razón por la cual Pironio será beatificado este sábado a las 11 en la Basílica de Luján. Eso significa que pasa a ser «beato», es decir, autor y protagonista de un hecho milagroso. Cuando se incluye uno más, comienza entonces el proceso de canonización para convertirse en «santo».
Diecisiete años después del accidente, Juan Manuel es un adolescente como cualquier otro. Está en el último año de la escuela secundaria y estudia música en un conservatorio. Él no lo recuerda, pero sabe que Pironio salvó su vida.
Laura, madre de Juan Manuel, habló con Mi8 y contó las horas desesperantes que vivió junto a su marido. «Juan agarró una caja donde yo tenía acrílicos, pintura y un tarrito de purpurina. Sin querer se lo llevó a la boca, lo tragó y lo inhaló», contó. Con su hijo intoxicado, fueron rápidamente a la Clínica 25 de Mayo, donde el panorama no fue alentador.
«Cuando lo atendieron los médicos parecía que no era grave, pero cuando empezaron a averiguar se encontraron con que todos los antecedentes de intoxicación con purpurina no habían sobrevivido. A partir de ahí empezaron a alarmarse y se encontraron con que Juan tenía problemas muy importantes», narró Laura.
El bebé fue trasladado al Hospital Materno Infantil y entró en terapia intensiva. Los doctores le comunicaron a sus padres que no había mucho para hacer. «Comenzaron esas horas terribles en las que nos decían que había que ver como evolucionaba Juan, que podría quedar con secuelas neurológicas, hepáticas y renales», recordó Laura. La purpurina no había afectado solamente a los pulmones de su hijo, que era el diagnóstico más problemático, sino que también había ingresado en la sangre y había estado mucho tiempo sin respirar. El panorama para que el pequeño Juan Manuel sobreviviera era desolador.
«A veces los médicos se equivocan»
Luego de 24 horas de total desesperación, llegó una ventana de ilusión. El 2 de diciembre 2006 se realizó una nueva Marcha de la Esperanza en Mar del Plata. La multitud de fieles pasó por el Materno y los padres de Juan se encontraron con Silvano De Ferro, el párroco de la capilla San Antonio en ese momento. Ellos le contaron la situación de su bebé y el cura les entregó una estampilla de Eduardo Pironio.
El exobispo de la Diócesis de Mar del Plata era considerado un «siervo de Dios» desde el 23 de junio de ese año, cuando el papa Benedicto XVI le dio ese título. Años después, el 18 de febrero de 2022, el papa Francisco lo elevaría a «venerable» por la heroicidad de sus virtudes. El padre Silvano le dijo a los padres de Juan Manuel que le rezaran a Pironio por la sanación del niño.
A pesar de ser marplatenses, Laura y su marido no conocían al cardenal. «Una mañana leímos la estampilla y su historia nos conmovió. Fue el menor de 22 hermanos. Su madre Enrica, después de tener su primer hijo, estuvo muy enferma y los médicos le habían dicho que no iba a poder concebir otra vez«, contó Laura. Un obispo le pidió a Enrica que tuviera fe y le rezó a la Virgen de Luján. Milagrosamente, dio a luz a otros 21 bebés.
Alentados por esa increíble historia, la familia Franco depositó todas sus esperanzas en el siervo de Dios Eduardo Pironio. «Cuando Enrica fue a confesarse con el obispo, éste le dijo: ‘A veces los médicos se equivocan’. Justamente esa era la frase que yo necesitaba escuchar en ese momento», relató la madre de Juan.
«Nosotros somos creyentes y trabajamos como profesores en escuelas católicas, pero ese momento tan difícil te tiembla todo. Te dicen que se va a morir tu hijo y te invade el miedo, no sabes que hacer. La Marcha de la Esperanza y la oración nos dio fuerza en la fe», detalló.
Comienza el milagro
Luego de que los padres del niño elevaran sus oraciones a Pironio, a Juan Manuel le hicieron unos análisis que dejó estupefactos a los doctores.
Sus familiares llevaron unas muestras a La Plata, donde le iban a dar una medicación para barrer los metales que estuvieron en su corriente sanguínea. Tras unas horas, Laura recibió un llamado de su madre, quien le dio la mejor noticia de su vida. «Me dijo que Juan ya no tenía nada en la sangre. Los médicos empezaron a repetir todos los estudios porque no podían entender cómo acá tenían otro diagnóstico. Empezaron a sacar a Juan del coma, pero me anticiparon que podía tener alguna complicación», expresó.
Sin embargo, el bebé de 15 meses reaccionó de la mejor manera, fue derivado a terapia intermedia y en pocos días volvió a su casa «como si nada hubiera pasado». En total, Juan estuvo 6 días internado.
«Al tiempo me empecé a preguntar que era lo que había pasado y comencé descubrir la presencia de Pironio en un montón de cosas. Ahí me di cuenta que había sido un milagro«, manifestó Laura.
Además, la mujer contó que los días en los que Juan Manuel estuvo en terapia coinciden con fechas significativas para el cardenal oriundo de 9 de Julio. «El 3 de diciembre es el día de su nacimiento (en 1920) y el 5 es la fecha de su ordenamiento como sacerdote (en 1943)», señaló.
Cómo es la vida de Juan Manuel hoy
En la actualidad, Juan tiene 18 años y está a punto de egresarse del colegio secundario. Heredó la pasión por la música de su madre y toca el violonchelo y la guitarra. «Es un chico completamente normal, todo el tiempo es muy tranquilo. Es muy ‘amiguero’, muy ‘compinche’ con sus compañeros y siempre está atento a lo que le necesiten los demás», contó Laura, orgullosa.
Obviamente, Juan no recuerda nada de su incidente, pero tiene muy presente el milagro de Pironio. «Siempre lo compartimos y este año aún más», dijo Laura. Los Franco suelen ir a la Basílica de Luján, donde descansan los restos del cardenal. Ésta vez no será la excepción: viajaron el viernes para estar presentes en la ceremonia de beatificación.
El proceso de beatificación de Pironio
La familia Franco envió la historia de Juan Manuel y fueron contactados para certificar que realmente haya sido un milagro. Este proceso duró 17 años y concluyó el 8 de noviembre de este año, cuando el papa Francisco confirmó la beatificación de Eduardo Pironio.
La vicepostuladora de la causa de la beatificación de Pironio, Beatriz Buzzetti Thomson, fue quien se encargó de investigar el caso. «Se recogieron todos los testimonios de testigos y médicos, además de los informes. También vinieron desde Roma a buscar placas y visitaron el hospital», relató Laura.
Con todo ese material se pudo comprobar que no había ninguna explicación científica para la recuperación de Juan Manuel. Es por eso que este sábado a las 11 se celebrará la misa para la beatificación del Cardenal Pironio en la Basílica de Luján.
La celebración se podrá seguir en vivo a través de los canales de YouTube «Santuario de Luján» y «Conferencia Episcopal Argentina» y en la señal de cable Orbe 21, en vivo desde las 10 y en diferido a las 21. En Flow es el canal 425, en DirectTV el 351 y en Claro TV el 524.
