Gustavo Ares, representante de los ferreteros marplatenses, confió a Mi8 que en el último año el sector registró una merma del 14% en las ventas. Sin embargo, hay cierta expectativa de mejora, ya que en las últimas semanas “empezaron a desinflarse los precios, algunos retrotrayéndose a valores de diciembre”.
“El invierno siempre es época de baja. Para nosotros, el fuerte es a partir de septiembre, que es cuando se encaran muchas obras en los hogares o cuando se mejoran los jardines y parques. Incluso, cuando los comercios o empresas se preparan para la temporada. Así y todo, estamos vendiendo un poco menos de lo habitual. Hay una baja adicional. La gente primero llena la heladera, garantiza los pagos de los fijos y después ve si puede hacer otra cosa. De un año a otro, la caída en las ventas está en el orden del 14%”, aseguró Ares.
Sin embargo, a diferencia de otros sectores, el ferretero tiene expectativas de que la cosa mejore. No por arte de magia, ni por partidismo, sino por experiencia. “Nosotros somos un sector longevo, en general nuestros comercios tienen décadas. Hemos pasado muchas crisis y sabemos que stockearse es clave. Pero además, también es real que se han desinflado casi todos los precios y que ha vuelto el crédito”, argumentó el dirigente.
En ese sentido, Ares comentó que “hasta el año pasado, el pago anticipado complicaba el abastecimiento, que es fundamental, porque es el ahorro de los ferreteros”. “Desde hace unas semanas, volvió el crédito, tenemos cheques diferidos a 30, 60 y 90 días. Eso hace seis meses no existía y para nosotros es el modo de subsistir. Además, los precios, por la caída de la demanda y por la apertura de importaciones, se tuvieron que acomodar en las distribuidoras y eso también facilita. Nosotros, como te decía antes, somos un sector resiliente”, deslizó el referente de la Cámara de Ferreteros de Mar del Plata.
Por último, el dirigente confirmó que en la ciudad hay unas 350 ferreterías, muchas de las cuales tienen más de 30 o 40 años de trabajo, llegando en algunos casos a los 80 o 90. “Somos un rubro de empresas longevas, en donde hay generaciones familiares que sostienen el trabajo. Tenemos mucha gimnasia en lo comercial, en el abastecimiento, en atravesar las crisis. Sabemos sostenernos”, concluyó.
