Los plazos se apuraron por la urgencia del caso y el laboratorio pericial de Junín confirmó que los restos óseos hallados en un descampado del barrio Villa Evita corresponden a la menor Iara Nardelli, que permanecía desaparecida desde el pasado 30 de junio.
Según publicó Ahora Mar del Plata que el dato lo recibió la fiscal Florencia Salas, que investiga la causa por averiguación de causal de muerte a partir del hallazgo de ese cráneo y una tibia en un baldío amplio de la zona de calle Brandsen al 10.000. En ese mismo perímetro, a buena distancia, también se habían hallado prendas y pertenencias de la adolescente, según las había reconocido su madre, Mariela Quintanilla, que recibió la novedad de la propia funcionaria judicial junto a su abogado, Maximiliano Orsini.
La mujer, que aseguraba que su hija estaba con vida y reclamaba un mayor énfasis en el operativo de búsqueda, había anunciado una conferencia de prensa para este viernes a mediodía. La ratificó y, como se había previsto, estará allí acompañada por Marta Montero, mamá de Lucía Pérez, también asesinada según concluyó la justicia.
El peritaje genético se hizo a partir del cotejo de muestras logradas de la mandíbula hallada entre pastizales con otras tomadas a la mamá de la menor. Los restos de Nardelli aparecieron a muy pocos metros del predio de Aldeas Infantiles, donde ella estaba alojada y donde la vieron por última vez sobre el cierre del mes último.
La fiscal Salas, en un primer contacto con la prensa, dejó abierta la hipótesis de un posible suicidio a partir de un supuesto cuadro depresivo de la menor, sustentado en algunos escritos que habría dejado en un libro diario o de apuntes. En cuanto al estado de ese cuerpo, especuló con acción de una jauría que podría haberlo desmembrado.
Desde entonces se iniciaron campañas por averiguación de paradero. Así se inició una causa judicial bajo esa carátula, a cargo de la fiscal Romina Díaz, expediente que se cierra a partir de la confirmación del hallazgo de parte del cadáver.
