En una conferencia en el Senado de la Nación, el grupo Periodistas Argentinas denunció al especialista en Internacionales Pedro Brieger por 19 casos de acoso sexual contra colegas que trabajaron con él o que tomaron clases en distintas instituciones.
Durante la conferencia, que comandó la periodista Nancy Pazos, se informó que los testimonios que condenan las denuncias se sucedieron a lo largo de 30 años.
“El caso en cuestión tiene nombre y apellido, pero se puede ver reflejado en otras historias. El caso se llama Pedro Brieger y vamos a presentar 19 testimonios que hemos recolectado haciendo nuestro trabajo, haciendo periodismo”, introdujo Pazos, que adelantó que con los testimonios se armó un informe bajo el nombre “Cultura del acoso, punto y aparte”.
Por su parte, Agustina Kämpfer, denunciante contra Brieger aseguró que es fundamental que las autoridades y funcionarios apoyen a las víctimas para que este tipo de casos deje de ser una “injusticia sin amparo”. Sobre Brieger, la periodista dijo: “Era nuestro profesor, nuestro compañero de trabajo, nuestro jefe de cátedra, nuestro vecino, nuestro colega, nuestro acosador. Las conductas inapropiadas que pudimos constatar sucedieron a lo largo de 30 años”, deslizó y no descartó que haya más víctimas.
“Tuvimos que abandonar tesis, mudarnos, renunciar, dejamos de ir a conferencias, coberturas; todo con el único fin de no volver a verlo. Él viajó por el mundo, recibió premios, condujo programas, vivió donde quiso por el tiempo que quiso. Su prestigio profesional logró enmascarar su perversión”, razonó Kämpfer y siguió: “Manos acercándose a partes íntimas, ataques de pánico, sus miradas libidinosas, el miedo a su repentina desnudez, las ganas de ser invisibles. De eso estuvimos hablando en las reuniones para organizarnos porque juntas somos muy fuertes, podemos hacer algo. Es la primera vez que contamos con la atención que nos prestan. Nadie quiso escucharnos antes por más que sin levantar mucho la voz lo avisamos, se lo contamos a jefes, a compañeros, lo dijimos por televisión, pero nada”.
Pese a esto último, Kämpfer destacó el respaldo e interés que generó la denuncia ahora y dio paso a los distintos testimonios que plasmaron sus colegas sobre algunas de las conductas de acoso que involucraron a Brieger. “Los casos no serán leídos por sus protagonistas”, aclaró.
Según destacaron, lo que puede verse en el conjunto de testimonio es “la sistematicidad, la recurrencia y la impunidad”. “Formas de exhibicionismo sin consentimiento, como exhibición de genitales, masturbación, cuando las mujeres le pedían que no lo hiciera. Conversaciones explícitas por teléfono y handy en contextos laborales, formas de imposición de un discurso unilateral. También planificaba o aprovechaba situaciones en que las mujeres no podían pedir ayuda, que se transformaban en verdaderas emboscadas: habitaciones, ascensores, pasillos, camarines, salas de televisión vacías”, detallaron, aunque advirtieron también que hubo momentos en que los acosos se dieron en público, de modo que las mujeres “no pudieran reaccionar sin armar grandes escenas”. “Muchas relatan que actuaba como si nada hubiera pasado, incluso luego de masturbarse frente a ellas”, sentenciaron.
Además repararon en que estos casos siempre incluyeron un vínculo asimétrico entre Brieger y sus víctimas: “Él era profesor, mentor, jefe periodístico y de cátedra. Estaba en situación de poder, de quitar empleos y oportunidades, con chicas a las que les llevaba 20 años o más”.
Sobre el final de la conferencia, las Periodistas Argentinas solicitaron una ley que aborde los agravios que se dan en el ámbito laboral y académico. “Esa es la deuda que necesitamos saldar. Pedimos que se legislen este tipo de conductas abusivas”, deslizaron y cuestionaron al Gobierno, por desmantelar las instituciones públicas dedicadas a promover las denuncias, contener víctimas de violencias y generar conciencia.
Por último, aseguraron que es “imprescindible que Pedro Brieger pida disculpas públicas a todas las afectadas”.
