«Sin que exista pendiente medida útil y pertinente; debo concluir que no se puede establecer cómo murió Iara Nardelli». A un año de la muerte de la adolescente de 16 años, la fiscal Romina Díaz decidió archivar la causa tras no poder establecer cómo se produjo el deceso.
En un escrito de 25 páginas, la fiscal que tuvo a su cargo la investigación par determinar cómo murió Iara Nadelli, dio cuenta de todas las medidas tomadas para poder establecer las causas de la muerte de la joven de 16 años, cuyos restos aparecieron el 10 de julio del año pasado en un descampado del barrio Florentino Ameghino.
La titular de la Unidad Fiscal de Instrucción Nº 6 concluyó que no se pudo determinar que Iara se haya suicidado, ni tampoco que haya sido atacada por una jauría de perros, la dos hipótesis que cobraron mayor relevancia durante el año que duró la investigación.
Por otro lado, aseguró que «no se pudo concluir que fue víctima de un homicidio».
Durante la presentación, Diaz especificó cada medida que se tomó desde el inicio de la investigación cuando fueron hallados los restos óseos (cráneo y huesos largos) de la joven en el descampado comprendido por las calle Ituzaingó, Brandsen, Benjamín Errea y Madariaga.
Desde un primer momento, el informe médico legal realizado sobre los restos encontrados determinaron que no hubo lesiones practicadas por terceros y que la data de muerte se ubicaría tres o cuatro días antes del hallazgo, es decir entre 6 y 7 de julio del año pasado.
Iara se encontraba viviendo en Aldeas Infantiles por disposición judicial, desde el 2021. Según consta en la causa había tenido episodios de autolesiones por un conflicto familiar. Incluso su propia hermana brindó detalle de porqué la joven no vivía más con su núcleo familiar.
A lo largo del escrito, la fiscal detalló más de 50 diligencias que se tomaron para determinar la causa de la muerte de la adolescente y ninguna, según su criterio, aportó alguna prueba concluyente.
En cuanto a la hipótesis del suicidio, la fiscal explicó que en el lugar donde aparecieron los restos de la joven, se hallaron blisters de pastillas y botellas de alcohol vacías. Además sumó las declaraciones de la hermana de Iara y de su madre que daban cuenta de los episodios en los que la adolescente se autolesionó e ingirió pastillas, y que esa conducta derivó en su ingreso a los hogares de Aldeas Infantiles.
A estos antecedentes se suman los mensajes de despedida que Iara cruzó con su círculo íntimo: su mejor amiga, su mamá, una de as cuidadoras de Aldeas Infantiles. Además, en su cuaderno -una suerte de diario íntimo- que fue hallado en el descampado había un texto de su puño y letra que se titulaba la despedida.
Días antes de sus desaparición, la joven le había manifestado a su mamá que estaba «muy cansada y que no quería cometer una locura». A otro contacto le manifestó que «no la iban a encontrar aunque remuevan cielo y tierra».
No obstante, ante esta importante cantidad de indicios, la fiscal no pudo concluir en la hipótesis del suicidio porque a través del análisis forense de los restos encontrados no se puede determinar la causa de la muerte.
El ataque de una jauría
La hipótesis que daba cuenta de que la joven hubiese muerto por el ataque de una jauría que asolaba la zona y que días antes había provocado lesiones de gravedad a otras personas, también fue abordada por la fiscal.
En ese sentido, la funcionaria explicó que si bien «se constató la presencia de los perros que registraban víctimas previas de gravedad y los daños producidos en algunas de las vestimentas de la joven; insisto, no es un extremo que se pueda dar por cierto más allá de la mera probabilidad. No se puede concluir que los animales tuvieran intervención en la muerte de la joven».
La hipótesis del homicidio también fue descartada por la fiscal. Díaz aseguró que se siguieron todos los indicios que pudieran llevar la investigación en esa dirección, pero en ningún caso se obtuvieron pruebas concluyentes.
En cuanto a los aportes que realizó la mamá de Iara, abonando la premisa del asesinato, todos se desvanecieron en el aire. Los dichos de supuestos testigos nunca pudieron ser confirmados e incluso algunos datos objetivos como direcciones y lugares, no pudieron ser constatados.
En su escrito, la fiscal aseguró que ordenó nuevos rastrillajes para poder obtener más restos del cuerpo de Iara para poder analizarlos y así determinar la causa de la muerte, pero fue imposible un nuevo hallazgo. Tampoco, explicó la fiscal, el daño que presentaban las prendas de la joven, halladas cerca de los restos humanos, no son prueba de que haya habido un ataque de un tercero.
Sin pruebas que puedan confirmar algunas de las hipótesis planteadas en la investigación, la fiscal decidió archivar la causa.
