Los aumentos de la luz que autorizó el gobierno, que ya tuvieron un impacto del 300% en los comercios y que sumarán un 60% más, están generando un cambio en la ecuación económica de los comercios barriales dedicados a la venta de alimentos y bebidas: ya pagan más de luz que de alquiler.
Esta situación, inédita, se da especialmente en almacenes, fiambrerías y rotiserías que tienen un consumo importante de energía eléctrica a través de las heladeras. A su vez, se repite en comercios que no están en las zonas más comerciales, como el microcentro o Güemes.
«Por primera vez me llegó más de luz que de alquiler«, comentó a Mi8, Mary, propietaria de un pequeño almacén ubicado en la zona de La Perla. «Nunca me había pasado«, agregó.
La situación se repite en distintos locales de barrio o aquellas instalados en avenidas, donde los alquileres no alcanzan cifras exorbitantes.
«Aunque sean negocios pequeños, hay una gran cantidad de heladeras en este tipo de negocios. La facturación de febrero vino multiplicada por tres y en la factura de marzo (que se paga en abril) habrá que sumarle un estimado del 60% que fue lo autorizado a las distribuidoras», sostuvo Gustavo Casciotti, referente de Apyme.
Esta situación se combina con una fuerte caída en el consumo, según reportó en las últimas horas Ucip. Según el relevamiento, el sector comercial sufrió un retroceso del 15,6% en las ventas de marzo con respecto al mismo período del año pasado y del 7,6% en relación a febrero.
Casciotti marcó que esta situación de factura de luz más cara que el alquiler mismo del local ni siquiera se había dado durante el gobierno de Mauricio Macri, cuando las tarifas de los servicios públicos sufrieron un fuerte incremento luego de años de tener las tarifas congeladas. «Fueron aumentos muy fuertes, pero no se daba esta relación. No lesionaba como sucede ahora la ecuación económica del comerciante«, recordó el dirigente empresarial.
Esta situación inédita para los pequeños comerciantes de la ciudad, especialmente del rubro alimentos, se agrava por el «derrumbe» en las ventas. «Es un combo letal: alquiler, factura de la luz y caída de las ventas. La gente compra menos, la cantidad de unidades vendidas es cada vez menor», precisó.
