En medio del retiro deliberado de asistencia alimentaria a los comedores y merenderos de la ciudad, Lorena Quiroga, referente de Libres del Sur, aseguró a Mi8 que en las últimas semanas aumentó “mucho” la demanda de viandas, sobre todo entre adultos mayores.
Aunque aclaró que la situación se replica “casi calcada” en los distintos barrios de Mar del Plata y Batán, la dirigente reconoció que en Libertad, El Martillo, Parque Palermo y Malvinas Argentinas “el pedido de comida por parte de personas con jubilaciones mínimas y pensiones es cada vez más común”. “Y mayormente son personas que vienen por primera vez a pedir comida”, subrayó Quiroga.
En ese sentido, dijo que muchos cuentan el mismo dilema: “comer o comprar los medicamentos”. “Tienen preocupación de no llegar a los remedios para sus enfermedades crónicas o dolores. Entonces, con la ayuda de la vianda, se ahorran una comida y eso los tranquiliza un poco”, lamentó la coordinadora de los casi 50 comedores y merenderos que por ahora puede sostener Libres del Sur.
“Es que en estos meses, tuvimos que cerrar unos 20 espacios porque no teníamos qué dar”, advirtió y explicó que eso se debe a que “desde noviembre no se reciben alimentos del Municipio y desde diciembre, de Nación”. “Y si bien tratamos de mantenernos con las donaciones, lo cierto es que no alcanza con eso porque cada vez la gente puede donar menos”, razonó.
Más allá de los adultos mayores, Quiroga reconoció que también aumentó la demanda familiar. “Es decir, van en grupo a pedir vianda o a comer en el lugar, dependiendo de las posibilidades de cada comedor. La compañeras están haciendo lo imposible para que alcance para todos, pero la demanda es cada vez mayor y los alimentos son cada vez menos”, deslizó, no sin cuestionar las medidas de ajuste del Gobierno de Javier Milei.
“Nos está destrozando, es lamentable lo que está pasando. A la gente no le alcanza, cada vez tenemos menos recursos y se achicó muchísimo la capacidad de compra porque los sueldos están deteriorados. Eso, cuando hablamos de comedores, se traduce en preocupación, porque la realidad que viven las compañeras a cargo de los diferentes comedores es muy complicada”, sentenció Quiroga.
