La historia de la Biblioteca Especializada Malvinas Argentinas empieza en el 2002, cuando Jorge Gómez y su esposa, Alejandra Díaz, se propusieron comenzar a reunir todas las publicaciones posibles sobre la guerra en las Islas Malvinas.
Jorge se define como «malvinero«, porque «acompaño y reconozco el esfuerzo de los veteranos y los héroes caídos por la integridad de nuestra patria y el pueblo», y Alejandra es bibliotecaria, por lo que la combinación de ambos los llevó a apasionarse por la causa Malvinas y ser hoy quienes dirigen la biblioteca recién inaugurada en Pollensa 1561, Santa Clara del Mar.
Su pasión la trasladaron a la lectura, lo que identificaron como el medio para compartir la historia con distintas generaciones y colaborar en distintas investigaciones o estudios sobre el conflicto en el Atlántico Sur a partir del acopio de libros y publicaciones en un solo lugar: su biblioteca familiar.
Con el tiempo, el garage -donde ubicaban tres estanterías que Jorge fabricó- les quedó chico, y los libros comenzaron a invadir los ambientes de su casa. Cuando eso pasó, definieron el deseo de extender su trabajo y abrir, finalmente, un espacio abierto al público que prestara material a quien lo solicite.
«Cuando se cumplieron 20 años de la Guerra de Malvinas decidimos empezar a crear una biblioteca especializada en el tema porque veíamos que en otras bibliotecas había pocas cosas de Malvinas, cuando nosotros sabíamos que había cientos y cientos de libros. Ahí nos propusimos reunir la mayor cantidad de material posible y nació la idea. Veintidós años después logramos tener la biblioteca abierta y a la calle», contó Jorge a Mi8.
Con emoción, el «malvinero» dijo que son visitados no solo por estudiantes, sino que historiadores, investigadores e incluso veteranos se acercan a la recién inaugurada biblioteca en búsqueda de distintas publicaciones o, incluso, para realizar aportes, al igual que distintos escritores o editoriales que se interesan en su labor.
«Desde que empezamos nosotros ahorramos el dinero para poder comprar los libros, que ya son más de 3 mil, primero de nuestros sueldos y ahora de nuestra jubilación. Además, algunos veteranos ven el esfuerzo por la causa en reconocimiento del sacrificio de ellos y hacen donaciones, hay 250 libros escritos por veteranos de guerra, por los protagonistas», explicó Jorge con entusiasmo.
El material que la pareja se ocupó de reunir «está todo en castellano», hay publicaciones de autores de Nicaragua, Brasil, Chile, Paraguay y Bolivia, entre otros y hasta libros en braille. Además, muchos de los textos «son traducidos del inglés», explica el director de la Biblioteca, e incluso algunos fueron escritos por «veteranos de guerra ingleses que reconocen cómo se combatió y relatan lo que les costó invadir y usurpar las islas».
«Desde la paz, la letra y la cultura queremos valorar lo que hicieron esos argentinos que pusieron en juego su vida por la patria, por nosotros y por todo el pueblo«, reflexionó.
