Durante este miércoles, personal de la DDI Mar del Plata llevó adelante la detención de Saúl Arbizu (51), el último prófugo acusado de secuestrar y extorsionar al autor del robo en el edificio Cabo Corrientes.
Efectivos de civil arribaron con cautela a una vivienda ubicada en Lebensohn al 6500, del barrio El Martillo, en donde residía Arbizu. Al momento en el que el sujeto salió del domicilio, el personal lo reconoció, le dio la voz de alto y, tras una persecución de una cuadra y media, lo interceptó en Fortunato de la Plaza y Casildo Villar.
Allí hicieron efectiva la detención y el secuestro de su celular para un posterior análisis. Finalmente, en el marco de la causa caratulada “Toletti Jorge Javier y otros su extorsión – privación ilegal de libertad agravada – privación ilegal de la libertad agravada“, cuya investigación encabeza la fiscal Florencia Salas, la fiscalía dispuso que se lo traslade a la Unidad Penal 44 de Batán.
Arbizu era el último integrante intensamente buscado por las autoridades tras concluir en la hipótesis de su intervención en el secuestro de Carlos Juárez, un ladrón que era investigado por el robo millonario a una pareja de jubilados en el edificio de Cabo Corrientes.
A principios de abril fueron detenidos Javier Collova, Christian Holtkamp y Jorge Toletti, los otros tres individuos -falsos policías- que participaron en el hecho que tuvo como desenlace el secuestro de Juárez y el pedido a la fuerza de 50 mil dólares para frenar la investigación que dirigía el fiscal Mariano Moyano sobre el robo de un enorme motín.
El robo millonario a los jubilados
Entre los hechos que le endilgan a la asociación ilícita es haber brindado cobertura a una grupo de delincuentes que asaltaron a una pareja de jubilados en el edificio Cabo Corrientes y le robaron cerca de 250 mil dólares. Para el fiscal Pagella, Segovia mandó a sus cómplices para que sembraran pistas falsas y crearan un chivo expiatorio para desviar la investigación que llevaba adelante el fiscal Mariano Moyano.
Sabían que el autor del robo era Carlos Juárez. Primero le mostraron las pruebas en su contra y le pidieron 50 mil dólares para desviar la investigación y garantizarle la impunidad, pero Juárez no aceptó el chantaje, entonces Holtkamp, Toletti, Collova y Arbizu, secuestraron a Juárez y lo hicieron entrar en razones. Mientras tanto, también extorsionaban al chivo expiatorio, un tal Mauricio Di Norcia. A cambio de dinero, le avisaron que estaban por ir a allanar su casa y el hombre logró evadir a la justicia.
