Multitudinaria, pacífica y contundente. La movilización que en Mar del Plata coronó el primer paro general de trabajadores y trabajadoras contra el Gobierno de Javier Milei fue un mar de gente. Cuatro horas de bombos sonando, de banderas flameando y de carteles y cantos que advirtieron que “la Patria no se vende” porque “los derechos del pueblo no se negocian”.
Desde temprano, el movimiento en el centro fue distinto a otros días. Los colectivos anduvieron con frecuencia de feriado, algunos locales ni levantaron sus persianas y cada tanto se vieron personas con cartones que horas después fueron pancartas.
Cuando el reloj marcó las doce, las fuerzas de seguridad cortaron las calles: primero las avenidas Independencia, Colón y Luro, por donde pasarían las columnas, y enseguida las calles aledañas, para evitar la congestión vehicular en el microcentro.
Balance del fin de semana: el municipio atendió complicaciones por el temporal y diversas infracciones - Entre el jueves y el lunes inclusive, el Cuerpo de Patrulla Municipal (CPM), Tránsito, Prefectura,… Ver nota >
Se empieza a definir el Operativo Frío: “Este año la crisis se nota y hace que haya más personas en la calle” - Como cada inicio de invierno, la secretaría de Desarrollo Social comienza a delinear los detalles… Ver nota >
Pese al calor, al sol pleno y a la poca sombra del centro, el agite fue permanente. La gente llegaba a la marcha por distintos lugares, pero con las mismas ganas de marchar: se notó que en Mar del Plata había necesidad de alzar la voz y de decir «basta», colectivamente.
Los que no cantaban, silbaban; los que no silbaban, hacían sonar instrumentos y sino flameaban banderas o lucían carteles que -en suma- demostraron que el descontento es mucho, de todos colores y de distintos sectores. Jubilados, en defensa de la Anses; Investigadores, en defensa de la ciencia; docentes, por la educación pública; artistas, por la cultura; feministas, por los derechos de las mujeres; movimientos sociales, por los trabajadores de la economía popular y sindicatos, gremios y centrales por los derechos de los y las trabajadoras. La lista sigue porque entre el DNU y la Ley Ómnibus casi que no queda sector que no haya sido alcanzado -en estos primeros 45 días de Gobierno- por alguna de todas las medidas de la gestión de Javier Milei.
El recorrido de la movilización fue el que estaba pautado: se concentró en Independencia y Colón, se marchó por Independencia hasta Luro y por Luro hasta el Monumento a San Martín. La columna principal la integraron los dirigentes de las tres centrales junto a referentes de otros gremios. Esta vez, quizás por el contexto y por la lucha que están dando, los sindicatos de la pesca ocuparon un lugar central: estuvieron en la primera fila, sosteniendo el cartel que -a un ancho de cuadra- decía “La Patria no se vende”.
Alrededor de las 14.30, ese mar de gente llegó a Yrigoyen y Luro. De a poco, se abrió camino para que la dirigencia pudiera tomar un lugar al pie del Monumento: era momento de leer el documento que habían consensuado previamente y que sintetizó el descontento de una gran parte de la comunidad marplatense y batanenses con las políticas de ajuste de Milei.
