Fabricio, el dueño de un supermercado ubicado en Mitre casi Belgrano, está cansado de la inseguridad. Entre ayer y hoy sufrió siete robos, según contó a Canal 8. «Estoy harto. Quiero vender todo e irme. El centro es tierra de nadie», denunció.
En esta ocasión, el comerciante atrapó en el baño del shopping Los Gallegos a un sujeto que le robó una botella de whisky. Otro delincuente escapó.
El hecho ocurrió esta tarde en la zona de Mitre y Belgrano. Un hombre se encontraba dentro del mercado y miraba las góndolas, sin tomar ningún producto. Luego de deambular por el comercio, hurtó una botella de whisky y se fue del lugar.
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A un mes de la Marcha Federal, docentes universitarios vuelven al paro este jueves - En las últimas horas, en línea con el Frente Sindical de Universidades Nacionales, Adum confirmó… Ver nota >«Fue en un descuido mío y de mis empleados. Me di cuenta, miramos las cámaras y lo seguimos. Llegó hasta el shopping Los Gallegos, se sentó en un banco, dejó la mochila como para decir que no tenía nada y entró al baño«, relató. Allí fue donde lo interceptaron. Minutos más tarde, personal policial llegó al lugar y efectuó su aprehensión.
Hubo otro ladrón que se escapó. Fabricio y su esposa lo siguieron por dos cuadras y media, pero manifestó que «no había ni un policía» en todo ese tramo.
«Estoy cansado de los robos, harto. Ayer tuve seis robos y hoy este: siete robos en menos de 24 horas. Este tipo se llevó un whisky. No tiene hambre, quiere tomar con la plata ajena», expresó.
Fabrició remarcó que vive la inseguridad en carne propia constantemente. «El año pasado superé los 365 robos de este tipo y este año voy por el doble, entre las tres sucursales que tengo», dijo.
A tal punto llegó la indignación de este trabajador que aseguró que quiere «vender todo» e irse. «Que me perdone el intendente, pero el centro es tierra de nadie. Si no ponen seguridad, se les va a ir la ciudad de las manos», reclamó.
«Todo el mundo hace lo que quiere en esta ciudad, menos el que trabaja. Todos los días perdemos. Estoy harto, y mis colegas lo están más que yo. Amamos Mar del Plata, pero los comerciantes estamos cansados. No pueden ir a una despensa y pesar droga. Tiene que haber mano dura para todos: para mí una botella de whisky es lo mismo que un millón de dólares, porque me la paso laburando», expresó, indignado.
Fabricio contó que hace seis meses que tiene esa sucursal y que fue víctima de robos «desde el primer día». «Toda mi familia quiere irse de acá», sostuvo.
