Reavivada la vieja polémica en la actividad gastronómica en torno al pago de propinas a camareros a través de la factura final en bares y restaurantes, referentes marplatenses del sector celebraron la posible aplicación de esta medida al considerar que «suma» al tener «una economía completamente digitalizada«, lo que provocó, de un tiempo a esta parte, una caída en el pago de este extra.
La postura de la Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos seccional Mar del Plata se alinea con la del secretario general a nivel nacional, Luis Barrionuevo, que impulsa la voluntad del Gobierno de habilitar la inclusión de las propinas en las facturas de los consumos en restaurantes.
«Es positivo, suma, es muy importante. Hoy tenemos una economía prácticamente digitalizada, se paga todo mediante diferentes aplicaciones, mediante débito, crédito. Entonces, eso hace que con los años baje mucho también el volumen de la propina. Una propina obligatoria, con un buen sistema de control, puede ser muy importante», valoraron desde el gremio.
Según detalló a Mi8 Pablo Santín, su secretario general, dentro del sector «hay quienes consideran que debería ser una propina compartida y quienes dicen que tiene que ser de quien la recibe, a mi criterio debería ir a una cuenta diferente donde el empleador no tenga acceso«. En tanto, explicó que el gremio «está dando una gran pelea contra la informalidad» por lo que «hay que ver de qué manera cobran los empleados ‘en negro'».
Además, desde Uthgra evaluaron que el pago de propinas incluido en la factura de consumo en un local gastronómico «debería estar exento de cargas sociales porque es un concepto de propina, no de salario. El Gobierno debería tener un plan concreto de cómo instalar este proyecto y contentar esa situación», determinaron.
Concretamente, esta medida estaría incluida en uno de los primeros proyectos que saldría en las próximas horas a modo decreto y firmado por el presidente, Javier Milei, y buscará incluir el pago habitual que se hace a camareros y empleados gastronómicos en el costo total del gasto por «la falta de efectivo que muchas veces deja a los mozos sin propina».
Además, este cambio obligará a los gremios afectados a modificar sus convenios colectivos dado que este ingreso, normalmente informal y considerado por fuera del salario, pasará a formar parte del mismo.
Los dueños de los establecimientos gastronómicos también deberían readaptarse teniendo en cuenta que cambiaría el sistema de facturación y que la inclusión de la propina obligatoria aumentaría los costos operativos y administrativos de los negocios.
La idea de Barrionuevo es que el laudo sea del 14, 16 o 18% del total de la cuenta, representando el 18% el pago máximo en los establecimientos de mayor categoría.
