Jesús San Millán recibió el primer disparo en el abdomen y desde el piso pidió que no lo maten delante de sus dos hijas. El asesino no dijo nada, lo miró y volvió a disparar. El segundo balazo fue en el pecho y los médicos no tuvieron nada que hacer. Los familiares de la víctima llegaron hoy hasta Tribunales para exigir justicia y prisión perpetua para el acusado del crimen.
Los familiares de San Millán (38) brindaron detalles del crimen ocurrido ayer a la mañana en la esquina de William Morris y Lanzilota. La pareja de la víctima contó que estuvo presente cuando su pareja recibió los dos disparos.
«Fue separar a dos conocidos que se estaban peleando. El tipo este primero le dio un tiro en la panza y le pidió que no lo mate delante de los hijos y le dio dos tiros más y lo dejo tirado ahí en el piso», contó la mujer en la puerta de Tribunales.
Marcela, la mamá de Jesús, contó que su hijo estaba tratando de separar a dos personas que se estaban peleando y recibió una trompada del asesino. «Mi hijo reaccionó y le devolvió la trompada y los volvieron a separar. En ese momento el otro hombre fue a buscar una pistola y lo mató así de cerquita. Dos tiros le dio», contó la mujer entre lágrimas y rodeada de sus otros hijos.
Jesús San Millán fue asesinado ayer a la mañana de dos disparos. El hombre de 38 años fue llevado por sus hermanos a la sala de primeros auxilios dle barrio Juaramento y desde allí al Hodspiatl Interzonal, pero los médicos no tuvieron nada que hacer.
Al poco tiempo, en la esquina de Calabria y Vucetich, fue detenido Fabián Acosta el principal sospechoso del crimen de San Millán.
Acosta cuenta con antecedentes penales y hace instantes se negó a declarar ante el fiscal Leandro Arévalo.
El hombre, de 30 años, fue detenido a nueve cuadras del lugar donde supuestamente mató a San Millán. «Cuando lo detuvieron estaba por el barrio saludando a los vecinos por la Navidad», contó la mujer de la víctima.
