Melisa se encontraba en búsqueda de trabajo cuando la contactaron por WhatsApp para ofrecerle reseñar y puntuar páginas web a cambio de $1.000 por tarea.
Inicialmente, el trabajo le pareció razonable y se sumó a un grupo, del que participaban cerca de 50 personas, donde les indicaban los pasos a seguir. Las primeras acciones fueron pagadas en tiempo y forma: le transferían de a $1.000 por cada puntuación que daba, hasta que le pidieron una primera inversión de $20 mil para habilitarle una cuenta.
Hecho ese pago, le devolvieron $26 mil. «Así me engancharon», relató a Canal 8. «Después me pidieron $50 mil, pero para que me transfieran eso con la ganancia me pidieron otros $100 mil, que volví a pagar con lo único que tenía», agregó con angustia.
Para esta altura, las conversaciones con los estafadores ya se volvían más tensas, y crecían las dudas en torno a la legitimidad de las tareas y las supuestas inversiones.
«Ahí me dan otra tarea para cumplir y después devolverme los $100 mil, y me piden $380 mil para reintegrarme todo junto. Pedí prestada esa plata porque quería recuperar todo, me pasan otra tarea y me piden $1 millón que obviamente no tenía», continuó.
Ese fue el límite: los estafadores se plantaron y le dijeron que hasta que no deposite el dinero no recuperaría nada y le dieron una semana de plazo para conseguir el monto millonario.
«Me engancharon por querer recuperar lo que ya había dado, por primera vez te pagan por puntuar, te agarran con la transferencia y te mandan un link que es tu ‘billetera de trabajo’ donde podes ver tu plata ‘en dólares’ y convertirla para conocer tu saldo pendiente con el 30% de ganancia», detalló la víctima.
Las estafas virtuales mutan en modalidad y cada vez son más los vecinos y vecinas víctimas de este tipo de ataques. En el afán de conseguir ingresos y confiando en esas primeras interacciones las personas caen y los estafadores se hacen de cientos de miles de pesos.
