Para los jóvenes, independizarse y alquilar en Mar del Plata representa una historia de terror: mes a mes, los porcentajes de aumento de los alquileres superan a la inflación, y los salarios quedan cada vez más lejos de ser suficientes para sobrevivir siendo inquilinos.
Parece exagerado pero no lo es. Desde el Colegio de Martilleros aseguraron a Mi8 que cada vez es más notable la tendencia de rescindir o no renovar los contratos de alquiler a causa de los precios impagables, sobre todo para las personas que acaban de independizarse o que alquilan solas, que en su mayoría son jóvenes.
Si bien para las familias el drama de alquilar en la ciudad también representa una problemática urgente de solucionar, con dos salarios o un soporte mayor es mucho más probable poder acceder a una renovación. En cambio, para quienes sostienen la economía de un hogar solos, con sueldos precarizados, empleos sin registrar o siendo monotributistas, es mucho más complicado sostener un alquiler al que hace un año -con mucho esfuerzo- se podía acceder.
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Es que un alquiler que se somete a una actualización de precio en diciembre -porque continúa bajo un contrato celebrado con la versión anterior de la Ley de Alquileres que rige los aumentos a partir del ICL- enfrentará una suba del 130%. Esto llevaría, por ejemplo, un alquiler de $100.000 hasta los $230.000. El sueldo de un empleado promedio no tiene la misma suerte.
«Hay muchos casos de gente joven que se había ido a vivir sola y tenía su proyecto y cuando llega el momento del ajuste no lo pueden pagar, teniendo que volver a la casa de los padres porque los sueldos no siguieron la misma línea de aumento», aseguró a Mi8 Guillermo Rossi, presidente del Colegio de Martilleros de Mar del Plata.
Si a los impagables aumentos les sumamos la poca oferta de departamentos, para la juventud se vuelve imposible rescindir un contrato para enfrentar otro y la solución termina siendo resignar su independencia.
«La oferta de alquileres es prácticamente nula, así que estamos acompañando renovaciones de los alquileres por plazos más cortos, de tres o cuatro meses, porque la gente necesita tiempo para buscar otra propiedad», explicó Rossi.
Como una dificultad extra, Mar del Plata tiene la particularidad de contar con alquileres de «invierno» -con plazos de nueve meses entre marzo y diciembre- y de verano, enfocados en el turismo. Es por esto que la mayoría de los propietarios elije «trabajar» sus viviendas en esos plazos, y con la incertidumbre y la inestabilidad alrededor de las normativas para los alquileres evita los contratos por 36 meses, lo que limita aún más la oferta para acceder a una casa para todo el año.
Ante esta extraordinaria situación, para que los dueños vuelvan a elegir el sistema de alquileres por 36 meses son necesarios «incentivos y alguna seguridad jurídica«, analizó el presidente del Colegio de Martilleros.
Según explicó, las condiciones de la legislación actual en torno a los alquileres -que establece contratos por 36 meses, con actualizaciones cada seis y regidas por el índice Casa Propia- no brindan esas condiciones a los propietarios, por lo que muchos de ellos incluso optan por dejar sus viviendas vacías todo el año.
El gobierno entrante de Javier Milei buscará volver a modificar la Ley de Alquileres, apuntando a una «autorregulación» del mercado inmobiliario a partir de convertir los contratos de alquiler en un «acuerdo entre partes«: partes que son desiguales, por lo que la falta de regulación estatal se traducirá, inevitablemente, en más excluidos.
