Rosa salió del interior del edificio y abrazó a sus sobrinos. Su hija la quiso frenar, pero fue en vano. Se paró delante de la cámara de Canal 8 y gritó: «No puede creer que haya personas capaz de dar este tipo de sentencia a un tipo que mató a mi hermano de ocho puñaladas para robarle la bicicleta».
Miguel Ángel Rojas fue asesinado el 12 de enero de 2023 cuando salió de su casa para ir a trabajar al mercado frutihortícola. En la bicisenda de la ruta 88, a la altura del supermarcado mayorista Vital, fue interceptado por un menor de 17 años que le dio una puñalada en la espalda.
Rojas intentó defenderse y luchó, pero fue apuñalado otra vez. La autopsia determinó que la víctima tenía ocho puñaladas. El ladrón escapó con la bicicleta, pero no se llevó el celular ni la billetera con dinero.
El asesino se escondió en la casa de su madre por algunas horas y luego llamó a al 911 y confesó lo que había hecho. Fue detenido, pero se negó a declarar ante la fiscal de la causa.
Si bien en un principio, el hecho había sido caratulado como homicidio criminis causa, luego cambió por homicidio en ocasión de robo. El acusado permaneció detenido en el centro de detención de menores de régimen cerrado de Batán y allí continuará hasta cumplir la condena.
El tribunal del Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil compuesto por las juezas Mariana Irianni, Ana Fernández y Natalia Giombi condenó al acusado a 6 años de prisión: un año más del monto mínimo de pena.
Rosa y su familia entienden que ocho años de pena máxima para una persona que mató a otra, es muy poco castigo. «Es consuelo de tontos porque mi hermano no va a volver más, pero ni siquiera la máxima le dieron».
«Pensé que la Justicia nos iba a acompañar. Siento que fue como un crimen más, como volver a matar a Miguel«, lloró Rosa.
«Tienen que cambiar las leyes, no puede ser que él tenga tanta protección y la gente que va a trabajar a la madrugada esté tan desprotegida», suplicó una de las hermanas de Miguel Ángel.
