Organizar un evento conlleva la contratación de muchos servicios: el salón suele ser el componente más costoso y el que requiere mayor tiempo de anticipación tanto para su reserva como para congelar su precio, que, normalmente, se paga por cantidad de invitados.
Post pandemia, la gente tenía ganas de volver a celebrar y los espacios, que en 2020 y 2021 se encontraron con un panorama desolador, renacieron. Es que con el boom de los casamientos, los quinces atrasados y los bautismos a los niños nacidos en épocas de Covid, las reservas explotaron y el mercado de los festejos mejoró mucho su nivel de trabajo.
Varios años después, la situación vuelve a complicarse. Esta vez, es la realidad económica la culpable de provocar una caída en el nivel de reservas en los salones de fiestas de la ciudad.
«Los eventos vienen más flojos que otros años, post pandemia se laburó muchísimo y ahora se nota la caída. La gente pregunta mucho por los precios y algunos salones ya están poniendo tarifas en dólares«, explicó a Canal 8 Sebastián Rossi, vicepresidente de la Asociación Productora de Eventos.
Rossi aseguró que la decisión tiene que ver con «tener certidumbre, tanto el salón como el cliente: pongamos la tarifa en dólares o que aumente mes a mes según la inflación es lo mismo, porque nadie sabe cuánto va a valer el dólar ni cuánto va a ser la inflación más adelante».
El precio de los cubiertos contempla los diferentes servicios que pueda llegar a brindar el espacio, pero se ve afectado además por el costo del personal, las tarifas de los servicios y los productos con los que se preparan las cenas.
«Nosotros no nos podemos stockear porque la comida se hace para el día y se vuelve a empezar de cero. Las bebidas nos preocupan porque aumentan mucho, al igual que los impuestos y los sueldos«, detalló Rossi, que es propietario de un salón en el que «vamos a tener que asimilar las nuevas tarifas -de luz y gas-«. «Seguro nos venga muchísimo: los dueños vamos a ganar un poco menos empatizando con el cliente y el cliente va a tener que prohibirse cosas para poder hacer una fiesta«, aseguró.
Hoy, el valor de un cubierto comienza en 45 dólares por persona pero, en salones con mayor cantidad de servicios, alcanza los 200 dólares. Así y todo, Rossi dijo que «si la inflación de diciembre fue del 30% nosotros aumentamos un 15%: lo que aumenta en la calle no podemos aumentar, porque no se hacen eventos«.
Por último, explicó que la modalidad de reserva de salones cambió rotundamente: antes, las fiestas se organizaban con un mínimo de seis meses de anticipación, y había gente que pedía fechas hasta dos años antes. Hoy, «hay gente que viene a hacer los eventos a dos semanas, decide a último momento porque no queiren embarcarse a pagar si no saben lo que va a pasar».
«Con tal de que no este cerrado el local aceptamos esa condición, hacemos descuentos, tenemos la logística para hacer eventos con poca anticipación«, finalizó.
