Una familia que estaba cerca de terminar la construcción de su casa en el barrio privado Rumencó Joven sufrió entre el lunes y el martes el robo de un anafe y piezas de grifería valuados en 3 millones de pesos. Además, otro vecino fue víctima del hurto de canillas y herramientas.
Jorgelina estaba a punto de mudarse definitivamente junto a su familia a una casa del barrio privado Rumencó Joven, pero este martes se llevaron una sorpresa desagradable. Un pintor ingresó a la casa por la mañana para realizar su trabajo y notó que alguien había entrado y sustraído un anafe de cuatro hornallas, cuatro piezas de grifería y algunos accesorios del baño del primer piso. La suma de todos estos objetos está alrededor de los 3 millones de pesos.
«Estamos a menos de un mes de mudarnos y las puertas del frente están todas cerradas con llave, salvo una de atrás por la que entran los obreros. Tenemos vecinos de ambos lados, menos en la parte de atrás. Como siempre, nadie vio ni escuchó nada«, expresó Jorgelina a Mi8.
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Despidos por goteo: desde Empleados de Comercio advierten que los próximos dos meses serán «extremadamente críticos» - Ante los despidos que se registran en diversas industrias de la economía local y nacional,… Ver nota >La mujer supone que el robo se llevó a cabo entre el lunes al mediodía, cuando trabajó un plomero, y el martes a la mañana, cuando llegó el pintor. Descartaron por completo que haya sido un ladrón que ingresó furtivamente al barrio, ya que el perímetro se encontraba intacto.
Sin embargo, Jorgelina cuestionó la labor de la empresa de seguridad que hay en Rumencó Joven. «El intendente del barrio se puso a disposición de inmediato. El miércoles tuve una reunión con el supervisor de seguridad y me dijo que no hay cámaras que hayan registrado el robo. Le manifesté hubo falencias en la seguridad, porque los empleados no revisan los baúles de los autos al salir«, contó.
Esta afirmación tuvo su origen en que los trabajadores que están a cargo de la construcción de su casa y amigos que la visitaron le mencionaron que los agentes, a lo sumo, les pedían el DNI al irse. «No creo que lleves un muerto en el baúl», le dijo uno de ellos a un amigo de Jorgelina que salía de Rumencó Joven.
Además, dijo que tampoco le pidieron un QR de invitación que deben mostrar todos aquellos que no son propietarios y van al barrio.
La siguiente instancia para Jorgelina fue hablar con los administradores del barrio cerrado, quienes tardaron varios días en comunicarse. «Me dijeron que los robos que haya son responsabilidad de los propietarios. ¿Cuál es la responsabilidad de ellos? ¿Cobrar las expensas y brindar la poca seguridad que hay? Nosotros pagamos por eso», denunció.
Jorgelina también realizó una denuncia policial y citó a un abogado. Mientras están a la espera de las cámaras de ingreso y egreso del barrio entres el lunes y el martes a la mañana, un vecino notificó un robo muy similar.
«También fue en una casa que está a punto de ocuparse, les sacaron piezas de grifería y herramientas. El que lleva a cabo los robos tiene que contar con los elementos para poder cortar todo, ya que son materiales ya instalados. Creemos que es alguien que vive en el barrio o un trabajador de una obra, porque a nuestro anafe únicamente se lo pueden haber llevado en el baúl de un auto», expresó.
