Adriana es costurera y trabaja desde su casa. Dice elegir esa manera porque puede sumar unos pesos a la economía hogareña -que comparte con su esposo filetero- y “estar presente para cuidar a los chicos”, que ya tienen 16 y 23 años, y que entran, salen, van y vienen.
Sin embargo, este jueves Adriana no se sentó en la overlock. Pasó la mañana en la sede Puerto de la Anses porque Lautaro, su hijo más pequeño, que cursa el 5to año de la secundaria, no cobró el Progresar que esperaba para poder comprar las fotocopias y los manuales para este ciclo lectivo.
“Desde agosto de 2023, cobró todos los 12 de cada mes. Por cómo venía la cosa, en febrero se me ocurrió llamar al 130 para preguntar si algo había cambiado. Me informaron que Lautaro se tenía que volver a inscribir el 1º de marzo. Y eso hizo: completó el formulario. Pero nunca le llegó confirmación de nada. El 13 me avisa que no le habían depositado la plata. Ni a él ni a esos compañeros”, cuenta Adriana, que al otro día enfiló temprano para la Anses de Rondeau al 600.
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Cuando llegó, lo primero que le llamó la atención es la cantidad de chicos de secundaria que había en la cola, a la espera de una respuesta, de una información certera. Tantos eran que la empleada decidió atenderlos en conjunto: todos querían saber lo mismo. En una ronda improvisada, la trabajadora les fue franca: “No hay cronograma de pago, no hay novedades y no sabemos qué va a pasar”.
“La verdad que estamos preocupados y desorientados. No hay noticias sobre esto, no anunciaron nada, ni que sigue, ni que no sigue. Anoche, con mi marido, volvimos a entrar a la página y ya no hay nada: ni los cronogramas, ni los formularios, ni la información. es decir, se encargaron de sacar eso, pero no de contar qué piensan hacer con el Progresar, que realmente es muy bueno para nuestros hijos, porque les da autonomía. Lautaro siempre decía que era una manera de manejarse en el colegio sin tener que pedirnos plata todo el tiempo. Es una gran ayuda el Progresar”, reconoce la mujer.
“Parece que no, pero era una platita que servía para el colegio, para la fotocopia, para el módulo. Y que también motivaba a muchos chicos. Es horrible que ni siquiera te manden un mail o te avisen. Ellos contaban con eso. Ahora no sólo no está, sino que parece que no va a estar”, lamentó Adriana, que espera novedades como tantas otras familias marplatenses.
