Ricardo Piñeiro, reconocido exrepresentante de modelos argentino, murió este miércoles luego de ser hospitalizado el lunes 27 de noviembre después de que un amigo llamara al 911 al no recibir respuesta de él.
La policía ingresó a su departamento en la avenida Las Heras al 1600 y lo encontró con escasos signos vitales. En ese momento, se solicitó una ambulancia del bque lo trasladó al hospital Fernández. Allí fue atendido y luego de dos días internado este miércoles se confirmó su muerte.
Piñeiro, quien se autodefinía como un manager de modelos nacido bajo el signo de Acuario y amante de los animales, es un símbolo de la década del ‘90 y durante tres décadas lideró su propia agencia de modelos. Allí representó a destacadas figuras como Mariana Arias, Andrea Frigerio y Paula Chaves, entre otras.
Su agencia se convirtió en una de las más importantes del país, siendo elegida por numerosas celebridades para representarlas. Sin duda, su trabajo y dedicación contribuyeron al éxito de muchas modelos y a la consolidación de la industria de la moda en Argentina.
En 2011, Piñeiro se vio obligado a cerrar su empresa y hace unos años, en una entrevista con la revista ¡HOLA!, explicó las razones detrás de esta decisión. Según él, en su afán por cumplir con todo, descuidó la parte contable, que estaba a cargo de dos personas en las que confiaba plenamente. Ellos aprovecharon su pasión por el trabajo y su falta de atención a los números, lo que llevó a la quiebra de la agencia.
Esta situación lo llevó a sufrir depresión y, según relató él mismo en una entrevista, tuvo problemas con el consumo de alcohol. Sin embargo, tras dejar su chacra en San Andrés de Giles y regresar a vivir en la ciudad de Buenos Aires, Piñeiro retomó su vida y asumió el compromiso de no dañarse más.
Durante su carrera, Piñeiro se convirtió en un referente en el mundo del modelaje, siendo reconocido por su habilidad para descubrir y promover talentos. A principios del 2000, fue miembro del jurado del reality Super M, el concurso en el cual miles de jóvenes aspiraban a consagrarse como ganadoras y ser representadas por una agencia.
En su participación en el programa, Piñeiro evaluó a las concursantes y brindó su opinión sobre sus habilidades y potencial. Este reality, que tuvo lugar hace más de dos décadas, fue un éxito rotundo en la televisión argentina y marcó un antes y un después en la carrera de muchas jóvenes que buscaban una oportunidad en el mundo del modelaje.
