Aunque ahora forman parte de la postal de Mar del Plata, los supermercados chinos son un fenómeno con apenas dos o tres décadas, que se expandió con decisión a partir del cambio de siglo.
Nuestra ciudad, junto con Rosario, Caba y Bahía Blanca, fue una de las más elegidas para la radicación de supermercados chinos. Actualmente y en distintos barrios, funcionan más de 120.
Pero todo arrancó en 2003, con un primerísimo local que aún funciona en Avellaneda y Jujuy y que montaron cinco socios recién llegados de la provincia de Fujian, al sudeste de China, de donde proviene el 90% de las familias supermercadistas instaladas en Mar del Plata.
Paula Urcioli es abogada e integra la Cámara de Autoservicios y Supermercados de Residentes Chinos en la Argentina y la Federación de Supermercados y Asociaciones Chinas de la República Argentina. Trabaja con los comerciantes radicados en la ciudad desde aquel primer local que se inauguró apenas dos años después de la crisis de 2001.
Según contó, actualmente en Mar del Plata no está habiendo ni aperturas ni cierres, pese a los rumores de que “hay menos cantidad de supermercadistas chinos”. “Lo que hay es un recambio generacional y un traspaso de los fondos de comercio siempre entre gente de la comunidad. Los supermercadistas chinos sufren y padecen los mismos embates económicos que el resto de los comerciantes. Es un mito que reciben dinero del Gobierno chino. Ellos compran su mercadería como cualquier otro dueño de local”, aseveró Ursioli en diálogo con Mi8.
“Para muchos de ellos, este contexto económico está siendo un dilema nuevo, porque para la crisis del 2001 no estaban instalados todavía en la ciudad. Obvio que como cualquier otro sector están evaluando qué hacer, pero no se van a ir. Los 120 supermercados chinos que funcionan en la ciudad van a seguir abiertos. Lo que cambia, como ha pasado siempre, es quien lo maneja. Son estructuras comerciales de familia y ellos no pierden su relación con el país, su cultura y tradiciones. Por el contrario. De hecho, los hijos mayores siempre tienen que volver a cuidar a sus padres a China. Y eso conlleva, necesariamente, a que haya recambios en el local”, explicó la abogada, que sí reconoció que la dinámica puede ser distinta en grandes urbes, como Ciudad Autónoma de Buenos Aires, donde llegó a haber un super chino cada 300 metros.
“En esos lugares sí que empieza a haber una descentralización hacia otras localidades. Pero en Mar del Plata así como no hay muchas nuevas aperturas, tampoco hay previstos cierres. De todos modos, insisto, este es el primer momento de crisis que atraviesan como comunidad comercial. Hay que ir viendo, como en todos los sectores”, reforzó Urciuoli, que comentó que los comerciantes están muy afianzados en la ciudad y que, en gran medida, eso tiene que ver con que son locales de proximidad y que con una radicación de más de 20 años “en nivel de entrelazamiento es muy importante”.
LOS PRIMEROS CINCO SUPERMERCADISTAS CHINOS DE MARDEL
Aunque la expansión de radiaciones se dió entre 2010 y 2020, según contó Ursioli, todo comenzó con esos primeros cinco socios que aunaron esfuerzos y recursos para inaugurar el súper pionero de Avellanada y Jujuy.
Liao Deping y su esposo, Ni Jinmu, actualmente tienen negocio en Cerrito al 300. Deping es conocida como «la tía» -ellos y ellas se nombran por el rol familiar asignado-, y es muy valorada porque ayudó a la instalación de muchos otros supermercados en la ciudad. Jinmu, nombrado como el tío, actualmente está en China. Hasta antes de venir a la Argentina, él manejaba un “taxi”, es decir, una carriola que él mismo empujaba.
Ni Bimin, que actualmente vive en China, perdió su supermercado en calle Ceretti en los saqueos de diciembre de 2013. En su lugar, quedó su hijo Federico Ni. Ni Bingyung se encuentra en Argentina y sigue en el rubro, su hijo Tao también está en el rubro. Lo mismo ocurre con Miguel Wei, el quinto socio del primer super chico de Avellaneda y Jujuy.
