A dos días de la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos París 2024, el torneo de fútbol masculino arrancó con un partido envuelto en la polémica. Argentina perdió 2-1 con Marruecos por la primera fecha del Grupo B, pero antes del pitazo final pasó de todo.
Soufiane Rahimi convirtió los dos goles de Marruecos a los 45′ del primer tiempo y a los 6′ del segundo, de penal. El equipo de Javier Mascherano descontó a los 23′ del complemento, gracias al tanto de Giuliano Simeone, hijo del «Cholo» y hermano menor de Giovanni. El escándalo llegó sobre el final del encuentro.
El árbitro sueco Glenn Nyberg adicionó minutos en reiteradas ocasiones por las constantes invasiones al campo y finalmente, a los 90+16′, Cristian Medina, volante de Boca Juniors, marcó el agónico 2-2.
Tras el festejo de gol de los argentinos, decenas de simpatizantes de Marruecos ingresaron el campo de juego, enojados por el tiempo que agregó el referí. Además, lanzaron botellas y petardos contra los jugadores de Argentina.
Nyberg suspendió el partido y los planteles se fueron al vestuario. Tras casi dos horas de espera, ningún miembro de la organización del torneo le aseguró a los futbolistas y a los cuerpos técnicos si el partido estaba terminado o no.
La versión de que se debían jugar 3′ más empezó a circular. Los deportistas comenzaron a entrar en calor, con la incertidumbre de si el juego estaba terminado o no.
Finalmente, el árbitro salió a la cancha a revisar el gol de Medina en el VAR. Para eso necesitaba que los 22 futbolistas estuvieran dentro de la cancha.
El VAR decretó offside de Bruno Amione en la jugada del 2-2 una hora y 40 minutos después de la suspensión del partido. Se jugaron tres minutos más, sin público en las tribunas, hasta que el sueco pitó y sentenció la victoria de Marruecos por 2-1.
El próximo compromiso de Argentina será ante Irak el sábado 27 de julio a las 10. En este momento, los asiáticos empatan 0-0 con Ucrania.
