sábado 7 de septiembre de 2024
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Golpiza, ataque xenófobo e intento de robo: “Brasilero de mierda, volvé a tu país”

Paulo Sousa y su pareja, ambos brasileños que viven desde 2022 en Mar del Plata, sufrieron una brutal golpiza. Paulo terminó con una cicatriz en su cabeza producto de un palazo. Toda la secuencia fue registrada por las cámaras de seguridad.

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Un repudiable caso de agresión, insultos y discriminación xenófoba tuvo lugar sobre la intersección de avenida Luro y 20 de septiembre. Allí, Paulo Sousa y su novio, ambos brasileños que residen en Mar del Plata desde 2022, fueron increpados por un sujeto vendedor de medias.

Paulo contó en el móvil de Canal 8 que se encontraba con su pareja en las inmediaciones de una peluquería de la esquina cuando “un chico que vendía medias se nos acercó. Cuando dijimos que no queríamos comprarle varias veces, él insistió y luego, por el acento, se dió cuenta que somos de Brasil, entonces nos empezó a insultar: ‘brasilero de mierda, tenés que volver a tu país, los argentinos no te queremos acá’“, detalló la víctima.

Pero luego, los agravios se convirtieron en golpes: “Después de la xenofobia y los insultos, nos trató de golpear pero nosotros seguimos caminando. Él se fue como un loco y nos metimos en el supermercado más cercano a limpiarnos la cara porque nos habiamos ensuciado“.

Y la secuencia tuvo su peor desenlace: las cámaras de seguridad del comercio captaron el momento en el que el agresor ingresó con un al local en donde se refugiaron los afectados y le partió un palo en la cabeza a Paulo, produciéndole un enorme corte en su frente. Y no solo eso: su billetera y celular fueron tomados por el agresor luego de que se les cayera al piso.

Tras algunas manos cruzadas, el empleado visualizó que el atacante no se iba e incluso amenazó con tirarle un botellazo al novio de Paulo, por lo que entró en acción y lo echó enfrentándolo a golpe de puño.

El después

Tras la dramática y violenta secuencia, Paulo sostuvo: “Yo agradezco un montón el amor y el cariño que recibo por parte de los argentinos en términos generales. No es la primera vez que nos pasa una cosa así. Acá en Mar del Plata me sentí muy abrazado después de que nos sucediera esto. Había gente que no me conocía y que me ayudó“.

“Estoy mejor del golpe, después de tanto amor tengo el corazón más calentito, pero aun me quedó una cicatriz tanto física como psicológica. No voy a desistir de mis sueños, vine acá a ser médico y lo voy a lograr“, concluyó a Canal 8.

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