Un grupo de personas denunciaron que la obra social EMSYS del sindicato de Gancheros dejó de funcionar sin previo aviso y habiendo cobrado la cuota del último mes. Los damnificados se encuentran sin respuestas, ni cobertura médica.
Los afiliados que quisieron atenderse en la obra social EMSYS en los últimos días se encontraron con la noticia de que la mutual no opera más en Mar del Plata. Según los damnificados, las autoridades no se presentaron ni se comunicaron con ellos. En la sede de EMSYS, los empleados tienen la orden de derivar a sus clientes a la obra social San Nicolás. En el caso de que decidan no contratarla, la única opción que les queda a estas personas es ir al Hospital Interzonal o al Materno Infantil.
María, una de las pacientes perjudicadas, contó a Mi8 que se enteró del cierre de EMSYS a través de un amigo, que se quiso atender en los consultorios odontológicos y le dijeron que no podían porque la mutual había «presentado la quiebra».

«Ayer llamé a la obra social y me dijeron que cerró sus puertas. Me mandaron a buscar otra, pero yo les pagué el último mes. Igualmente nos dejaron sin cobertura. Mi hijo se tiene que operar por una fractura de tabique y quedó todo en la nada. Según dijo un empleado, el jefe se cansó porque tenía muchas pérdidas», narró la mujer.
María aseguró que lo único que hacen los empleados de la obra social es aprobar recetas para medicación, pero que «ningún superior dio la cara». «Es una vergüenza, nos dejaron a la deriva«, dijo.
Varios de los afiliados empezaron a organizarse en un grupo de Whatsapp para denunciar a EMSYS por abandono de persona. Walter, que se atendía hace unos 13 años con la obra social de los gancheros, es el único que ya acusó a la empresa. También fue derivado a la obra social San Nicolás, pero aseguró que las tarifas son mucho más elevadas. «Atienden a algunas personas y nos cobran el doble o el triple que en EMSYS. Incluso, los que tienen monotributo tienen que pagar hasta 20 veces más. No le han informado particularmente a cada cliente acerca de esta situación. Directamente desaparecieron«, explicó.
Walter contó que se dirigió a la Superintendencia de Servicios de Salud, pero hasta ahora no le dieron ninguna solución. De esta manera, muchos usuarios que llevaban adelante tratamientos, que debían realizarse cirugías o que recibían medicación se quedaron sin cobertura médica «de la noche a la mañana».

En su caso, el hombre pagó la cuota el martes pasado y, cuando tres días después pidió un bono para atenderse, le dijeron que no podían dárselo porque habían cerrado. «No hay ningún responsable que explique lo que pasó. En la Superintendencia de Servicios de Salud no te atienden, en Defensa al Consumidor tampoco. Terminé en el Juzgado Federal haciendo una denuncia ante una abogada, que está trabajando en el caso», contó Walter.
En este momento, el resto de los damnificados se están coordinado por un grupo de Whatsapp para realizar una denuncia en conjunto y agilizar el caso en la Justicia.